Bush, el hambre y la muerte
Por primera vez, antes de que como cada año se discuta en la ONU el proyecto de resolución cubano de condena al bloqueo, el Presidente de Estados Unidos anuncia que adoptará nuevas medidas para acelerar el "periodo de transición" en nuestro país, que equivale a la reconquista de Cuba por la fuerza.
Por otro lado, el peligro de una hambruna mundial en masa se agrava con la iniciativa reciente del señor Bush de convertir los alimentos en combustible mientras, invocando principios estratégicos de seguridad, amenaza a la humanidad con una Tercera Guerra Mundial, que esta vez sería con armas atómicas.
Tales temas de importancia vital son los que interesan a los representantes de los países que estarán reunidos el martes 30 de octubre para discutir el proyecto cubano de condena al bloqueo.
En unas elecciones donde el ejercicio del voto no es obligatorio, nuestro pueblo acaba de pronunciar su veredicto mediante la participación de más del 95 por ciento de los electores en 37 749 puntos de votación, en urnas custodiadas por colegiales. Ese es el ejemplo que Cuba ofrece.
Fidel Castro Ruz
Octubre 22 del 2007
5 y 48 p.m.
martes, 23 de octubre de 2007
sábado, 20 de octubre de 2007
LAS ELECCIONES....
Las Elecciones
Nuestras elecciones son la antítesis de las que tienen lugar en Estados Unidos, no un domingo, sino el primer martes de noviembre. Allí lo primero es ser muy rico, o contar con el apoyo de mucho dinero. Después, invertir sumas enormes en publicidad, que es experta en lavado de cerebros y reflejos condicionados. Aunque hay honrosas excepciones, nadie puede aspirar a ningún cargo importante si no dispone de millones de dólares.
Para ser electo Presidente, se necesitan cientos de millones, que salen de las arcas de los grandes monopolios. Puede triunfar el candidato con una minoría de los votos nacionales.
A las urnas acuden cada vez menos ciudadanos, ya que muchos prefieren laborar o dedicar el tiempo a otra cosa. Hay fraudes, trucos, discriminación étnica y hasta violencia.
El hecho de que vote más del 90% de los ciudadanos y los escolares custodien las urnas es algo inusitado, no puede ser creído si se trata de un "oscuro rincón del mundo", agredido y bloqueado, que se llama Cuba. Así ejercitamos los músculos vigorosos de nuestra conciencia.
Fidel Castro Ruz
19 de octubre de 2007
Hora: 6:12 p.m.
Nuestras elecciones son la antítesis de las que tienen lugar en Estados Unidos, no un domingo, sino el primer martes de noviembre. Allí lo primero es ser muy rico, o contar con el apoyo de mucho dinero. Después, invertir sumas enormes en publicidad, que es experta en lavado de cerebros y reflejos condicionados. Aunque hay honrosas excepciones, nadie puede aspirar a ningún cargo importante si no dispone de millones de dólares.
Para ser electo Presidente, se necesitan cientos de millones, que salen de las arcas de los grandes monopolios. Puede triunfar el candidato con una minoría de los votos nacionales.
A las urnas acuden cada vez menos ciudadanos, ya que muchos prefieren laborar o dedicar el tiempo a otra cosa. Hay fraudes, trucos, discriminación étnica y hasta violencia.
El hecho de que vote más del 90% de los ciudadanos y los escolares custodien las urnas es algo inusitado, no puede ser creído si se trata de un "oscuro rincón del mundo", agredido y bloqueado, que se llama Cuba. Así ejercitamos los músculos vigorosos de nuestra conciencia.
Fidel Castro Ruz
19 de octubre de 2007
Hora: 6:12 p.m.
lunes, 8 de octubre de 2007
EL "CHE"
El Che
Hago un alto en el combate diario para inclinar mi frente, con respeto y gratitud, ante el combatiente excepcional que cayó un 8 de octubre hace 40 años. Por el ejemplo que nos legó con su Columna Invasora, que atravesó los terrenos pantanosos al sur de las antiguas provincias de Oriente y Camagüey perseguido por fuerzas enemigas, libertador de la ciudad de Santa Clara, creador del trabajo voluntario, cumplidor de honrosas misiones políticas en el exterior, mensajero del internacionalismo militante en el este del Congo y en Bolivia, sembrador de conciencias en nuestra América y en el mundo.
Le doy las gracias por lo que trató de hacer y no pudo en su país de nacimiento, porque fue como una flor arrancada prematuramente de su tallo.
Nos dejó su estilo inconfundible de escribir, con elegancia, brevedad y veracidad, cada detalle de lo que pasaba por su mente. Era un predestinado, pero él no lo sabía. Combate con nosotros y por nosotros.
Ayer se cumplió el 31 aniversario de la matanza de los pasajeros y tripulantes del avión cubano hecho estallar en pleno vuelo, y nos adentramos en el décimo aniversario del cruel e injusto encarcelamiento de los cinco héroes antiterroristas cubanos. Ante todos ellos inclinamos igualmente nuestras frentes.
Con mucha emoción vi y escuché por la televisión el acto conmemorativo.
Fidel Castro Ruz
7 de octubre de 2007
3:17 p.m.
jueves, 20 de septiembre de 2007
MENTIRAS DELIBERADAS....
Mentiras deliberadas, muertes extrañas y agresión a la economía mundial
En una reflexión hablé de barras de oro depositadas en los sótanos de las Torres Gemelas. Esta vez el tema es bastante más complejo y difícil de creer. Hace casi cuatro décadas científicos residentes en Estados Unidos descubrieron Internet, del mismo modo que Albert Einstein, nacido en Alemania, descubrió en su tiempo la fórmula para medir la energía atómica.
Einstein era un gran científico y humanista. Contradijo las leyes físicas, hasta entonces sagradas, de Newton. Sin embargo, las manzanas siguieron cayendo en virtud de la ley de la gravedad definida por este. Eran dos formas diferentes de observar e interpretar la naturaleza, de la cual se poseían muy pocos datos en los días de Newton. Recuerdo lo que leí hace más de 50 años sobre la famosa teoría de la relatividad elaborada por Einstein: la energía es igual a la masa multiplicada por el cuadrado de la velocidad de la luz, que se denomina C: E=MC². Existía el dinero de Estados Unidos y los recursos necesarios para realizar tan costosa investigación. El tiempo político debido al odio generalizado por las brutalidades del nazismo en la nación más rica y productiva de un mundo destruido por la contienda, convirtió aquella fabulosa energía en bombas que fueron arrojadas sobre las poblaciones indefensas de Hiroshima y Nagasaki, ocasionándoles cientos de miles de muertos y un número similar de personas irradiadas que fallecieron en el transcurso de los años posteriores.
Un ejemplo claro del uso de la ciencia y la tecnología con los mismos fines hegemónicos se describe en un artículo del ex oficial de Seguridad Nacional de Estados Unidos Gus W. Weiss, aparecido originalmente en la revista Studies in Intelligence, en 1996, aunque con real difusión en el año 2002, titulado Engañando a los soviéticos. En él Weiss se atribuye la idea de hacerle llegar a la URSS los softwares que necesitaba para su industria, pero ya contaminados con el objetivo de hacer colapsar la economía de aquel país.
Gus W. Weiss se atribuyó el plaan de suministrar softwares contaminados a la URSS. Su “suicidio” sigue despertando sospechas.
Según notas tomadas del capítulo 17 del libro Al borde del abismo: Historias de la guerra fría contadas desde adentro, de Thomas C. Reed, ex secretario de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, Leonid Brezhnev le dijo a un grupo de altos funcionarios del Partido en 1972: "Nosotros los comunistas tenemos que seguir arando con los capitalistas durante algún tiempo. Necesitamos sus créditos, su agricultura y su tecnología; pero vamos a continuar grandes programas militares, y para mediados de los 80 estaremos en posición de volver a una política exterior agresiva, diseñada a tener ventaja sobre el Oeste." Esta información fue confirmada por el Departamento de Defensa en audiencias ante el Comité de la Cámara sobre la Banca y la Moneda en 1974.
A principios de los 70 el gobierno de Nixon planteó la idea de la distensión. Henry Kissinger tenía la esperanza de que "con el tiempo, el comercio y las inversiones pudieran reducir la tendencia del sistema soviético a la autarquía"; él consideraba que la distensión podría "invitar a la gradual asociación de la economía soviética con la de la economía mundial y así fomentar la interdependencia que añade un elemento de estabilidad a la relación política".
Reagan se inclinaba a ignorar las teorías de Kissinger sobre la distensión y a tomarle la palabra al presidente Brezhnev, pero se eliminaron todas las dudas el 19 de julio de 1981, cuando el nuevo Presidente de Estados Unidos se reunió con el presidente François Mitterrand, de Francia, en la cumbre económica del G 7 en Ottawa. En una conversación aparte, Mitterrand le informó a Reagan acerca del éxito de sus servicios de Inteligencia al reclutar a un agente de la KGB. El hombre pertenecía a una sección que evaluaba los logros de los esfuerzos soviéticos para adquirir tecnología de Occidente. Reagan expresó gran interés en las delicadas revelaciones de Mitterrand y también su agradecimiento por su oferta de hacerle llegar el material al gobierno de Estados Unidos.
El dossier, bajo el nombre de Farewell, llegó a la CIA en agosto de 1981. Dejaba claro que los soviéticos llevaban años realizando sus actividades de investigación y desarrollo. Dada la enorme transferencia de tecnología en radares, computadoras, máquinas-herramientas y semiconductores de Estados Unidos a la Unión Soviética, podría decirse que el Pentágono estaba en una carrera armamentista consigo mismo.
El Dossier Farewell también identificaba a cientos de oficiales de casos, agentes en sus puestos y otros suministradores de información a través de Occidente y Japón. Durante los primeros años de la distensión, Estados Unidos y la Unión Soviética habían establecido grupos de trabajo en agricultura, aviación civil, energía nuclear, oceanografía, computadoras y medio ambiente. El objetivo era comenzar a construir "puentes de paz" entre las superpotencias. Los miembros de los grupos de trabajo debían intercambiar visitas a sus centros.
Aparte de la identificación de agentes, la información más útil aportada por el Dossier la constituía la "lista de compras" y sus objetivos en cuanto a la adquisición de tecnología en los años venideros. Cuando el Dossier Farewell llegó a Washington, Reagan le pidió al Director de la CIA, Bill Casey, que ideara un uso operativo clandestino del material.
La producción y transporte de petróleo y gas era una de las prioridades soviéticas. Un nuevo gasoducto transiberiano debía llevar gas natural desde los yacimientos de gas de Urengoi en Siberia a través de Kazajstán, Rusia y Europa oriental hasta los mercados de divisas de Occidente. Para automatizar la operación de válvulas, compresores e instalaciones de almacenaje en una empresa tan inmensa, los soviéticos necesitaban sistemas de control sofisticados. Compraron computadoras de los primeros modelos en el mercado abierto, pero cuando las autoridades del gasoducto abordaron a Estados Unidos para adquirir el software necesario, fueron rechazados. Impertérritos, los soviéticos buscaron en otra parte; se envió un operativo de la KGB a penetrar un proveedor canadiense de softwares en un intento por adquirir los códigos necesarios. La inteligencia estadounidense, avisada por el agente del Dossier Farewell, respondió y manipuló el software antes de enviarlo.
Una vez en la Unión Soviética, las computadoras y el software, trabajando juntos, hacían operar el gasoducto maravillosamente. Pero esa tranquilidad era engañosa. En el software que operaba el gasoducto había un caballo de Troya, término que se usa para calificar líneas de software ocultas en el sistema operativo normal, que hacen que dicho sistema se descontrole en el futuro, o al recibir una orden desde el exterior.
Con el objetivo de afectar las ganancias de divisas provenientes de Occidente y la economía interna de Rusia, el software del gasoducto que debía operar las bombas, turbinas y válvulas había sido programado para descomponerse después de un intervalo prudencial y resetear —así se califica— las velocidades de las bombas y los ajustes de las válvulas haciéndolas funcionar a presiones muy por encima de las aceptables para las juntas y soldaduras del gasoducto.
"El resultado fue la más colosal explosión no nuclear e incendio jamás vistos desde el espacio. En la Casa Blanca, funcionarios y asesores recibieron la advertencia de satélites infrarrojos de un extraño evento en medio de un lugar despoblado del territorio soviético. El NORAD (Comando de Defensa Aeroespacial Norteamericano) temía que fuera el lanzamiento de misiles desde un lugar donde no se conocía que hubiera cohetes basificados; o quizás fuera la detonación de un dispositivo nuclear. Los satélites no habían detectado ninguna pulsación electromagnética característica de las detonaciones nucleares. Antes de que tales indicios pudieran convertirse en una crisis internacional, Gus Weiss llegó por un pasillo para decirles a sus colegas del CSN (Consejo de Seguridad Nacional) que no se preocuparan, afirma Thomas Reed en su libro."
La campaña de contramedidas basadas en el Dossier Farewell fue una guerra económica. Aunque no hubo bajas personales debido a la explosión del gasoducto, hubo un daño significativo para la economía soviética.
Como gran final entre 1984 y 1985 Estados Unidos y sus aliados de la OTAN concluyeron esta operación, que terminó eficazmente con la capacidad de la URSS para captar tecnología en un momento en que Moscú se encontraba entre la espada de una economía defectuosa, por un lado, y la pared de un presidente estadounidense empecinado en prevalecer y poner fin a la guerra fría, por el otro.
Moscú se encontraba entre la espada de una economía defectuosa, por un lado, y la pared de un presidente estadounidense empecinado en prevalecer y poner fin a la guerra fría, por el otro.
En el artículo de Weiss ya citado se afirma que: "en 1985, el caso tuvo un giro singular cuando salió a la luz información sobre el expediente Farewell en Francia. Mitterrand llegó a sospechar que el agente soviético había sido un montaje plantado por la CIA para ponerle a prueba y decidir si el material sería entregado a los estadounidenses o mantenido por los franceses. Actuando a partir de esa idea, Mitterrand despidió al jefe del servicio francés, Yves Bonnet."
Gus W. Weiss fue quien se atribuyó, como ya se dijo, el siniestro plan para hacer llegar a la URSS los softwares defectuosos, cuando Estados Unidos tuvo en su poder el Dossier Farewell. Murió el 25 de noviembre del 2003 a la edad de 72 años. El Washington Post no reportó su muerte hasta el 7 de diciembre, 12 días después. Dijo que Weiss se "cayó" de su edificio de residencia, "Watergate", en Washington, y afirmó también que un médico forense de la capital norteamericana declaró su muerte como un "suicidio". El periódico de su ciudad natal, el Nashville Tennessean, publicó la noticia una semana después del Washington Post, y advirtió que en esa fecha todo lo que podrían decir era que "las circunstancias que rodearon su muerte no se podían confirmar todavía."
Antes de morir dejó escritas unas notas inéditas bajo el título El dossier de despedida: el engaño estratégico y la guerra económica en la guerra fría.
Weiss se graduó en la Vanderbilt University. Tenía postgrados de Harvard y de la New York University.
Su trabajo para el gobierno se concentró en asuntos de Seguridad Nacional, organizaciones de Inteligencia y preocupaciones con el traslado de tecnología a países comunistas. Trabajó con la CIA, con la Junta de Defensa Científica del Pentágono y con el Comité de Señales de Inteligencia de la Junta de Inteligencia de EE. UU.
Recibió la Medalla de Mérito de la CIA y la Medalla "Cipher", del Consejo de Seguridad Nacional. Los franceses le concedieron la "Legión de Honor", en 1975.
No dejó sobrevivientes.
Weiss se había declarado en contra de la guerra en Iraq poco antes de su "suicidio". Es interesante tener en cuenta que 18 días antes de la muerte de Weiss, también se suicidó —el 7 de noviembre de 2003— otro analista del gobierno de Bush, John J. Kokal (58 años). Este saltó a su muerte desde una oficina en el Departamento de Estado donde trabajaba. Kokal era analista de Inteligencia para el Departamento de Estado en asuntos relacionados con Iraq.
Consta en documentos ya publicados que Mijail Gorbachov se enfureció cuando comenzaron los arrestos y deportaciones de agentes soviéticos en varios países, pues desconocía que el contenido del Dossier Farewell estaba en poder de los principales jefes de gobierno de la OTAN. En una reunión del Buró Político el 22 de octubre de 1986, convocada para informar a sus colegas sobre la Cumbre de Reykjavik, alegó que los estadounidenses estaban "actuando muy descortésmente y comportándose como bandidos". Aunque mostraba un rostro complaciente en público, en privado Gorbachov se refería a Reagan como "un mentiroso".
En los días finales de la Unión Soviética, el Secretario General del PCUS tuvo que andar a ciegas. Gorbachov no tenía idea de lo que estaba ocurriendo en los laboratorios e industrias de alta tecnología de Estados Unidos; ignoraba por completo que los laboratorios e industrias soviéticas habían sido comprometidos y hasta qué punto.
Los pragmáticos de la Casa Blanca andaban igualmente a ciegas mientras esto ocurría.
El presidente Ronald Reagan jugaba su carta de triunfo: la Iniciativa de Defensa Estratégica/Guerra de las Galaxias. Sabía que los soviéticos no podían competir en esa liga, porque no podían sospechar que su industria electrónica estaba infectada con virus y caballos de Troya colocados allí por la comunidad de Inteligencia de Estados Unidos.
La ex primera ministra británica, en sus memorias, publicadas por una importante editorial inglesa en 1993 con el título Margaret Thatcher, los años en Downing Street, expresa que todo el plan de Reagan relacionado con la Guerra de las Galaxias y la intención de hacer colapsar económicamente a la Unión Soviética fue el plan más brillante de esa administración, y que condujo definitivamente al derrumbe del socialismo en Europa.
En el capítulo XVI de su libro explica la participación de su gobierno en la Iniciativa de Defensa Estratégica.
Llevarla a cabo fue, a juicio de Thatcher, la "decisión más importante" de Reagan, "probó resultar clave en la victoria del Oeste en la guerra fría". Impuso "más tensiones económicas y mayor austeridad" a la sociedad soviética, en fin, sus "implicaciones tecnológicas y financieras para la URSS fueron devastadoras".
Bajo el subtítulo "Reevaluando a la Unión Soviética", describe una serie de conceptos cuya esencia está contenida en párrafos textuales tomados de ese largo pasaje, en los que deja constancia del brutal complot.
"En los albores de 1983, los soviéticos deben haber comenzado a darse cuenta de que su juego de manipulación e intimidación pronto se acabaría. Los gobiernos europeos no estaban dispuestos a caer en la trampa tendida por la propuesta de una ‘zona libre de armas nucleares’ para Europa. Continuaron los preparativos para el despliegue de los misiles Crucero y Pershing. En el mes de marzo, el presidente Reagan anunció los planes de Estados Unidos para una Iniciativa de Defensa Estratégica (IDE), cuyas consecuencias tecnológicas y financieras para la URSS serían devastadoras."
"[... ] no me cabía la menor duda de lo correcto de su dedicación en insistir en el programa. Analizado retrospectivamente, ahora me queda claro que la decisión original de Ronald Reagan sobre la Iniciativa de Defensa Estratégica fue la más importante de su presidencia."
"Al formular nuestro enfoque a la Iniciativa de Defensa Estratégica, había cuatro elementos diferentes que tuve en cuenta. El primero fue la ciencia en sí misma.
Estados Unidos impuso a la URSS una brutal competencia militar con un extraordinario costo económico.
"El objetivo de Estados Unidos en la Iniciativa de Defensa Estratégica era desarrollar una defensa nueva y mucho más eficaz contra los misiles balísticos."
"Este concepto de defensa se basaba en la capacidad de atacar a los misiles balísticos lanzados en cualquier etapa de su vuelo, desde la fase de impulsión cuando el misil y todas sus ojivas y señuelos estaban juntos, hasta el punto de reentrada en la atmósfera terrestre en su camino hacia el blanco."
"El segundo elemento que había que tener en cuenta eran los acuerdos internacionales existentes, que limitaban el despliegue de armas en el espacio y los sistemas de proyectiles antibalísticos. El Tratado sobre la Limitación de los Sistemas de Proyectiles Antibalísticos, de 1972, enmendado por un Protocolo de 1974, permitía a Estados Unidos y a la Unión Soviética emplazar un sistema de proyectiles antibalísticos estático con hasta cien lanzacohetes para defender su campo de silos de misiles balísticos intercontinentales."
"La Oficina de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Defensa británicos siempre procuraron insistir en la interpretación más estrecha posible que los estadounidenses —acertadamente a mi juicio— creyeron que habría significado que la Iniciativa de Defensa Estratégica había muerto al nacer. Siempre he tratado de distanciarme de esta fraseología y dejé claro en privado y en público que no podía decirse que se hubiera completado la investigación sobre si un sistema era viable hasta que se hubiese ensayado con éxito. Subyacente en esta jerga, este punto al parecer técnico era realmente una cuestión de evidente sentido común. Sin embargo, se convertiría en la cuestión que dividió a Estados Unidos y a la URSS en la cumbre de Reykjavik, de modo que cobró gran importancia.
"El tercer elemento en el cálculo fue la fuerza relativa de las dos partes en la defensa contra proyectiles balísticos. Solo la Unión Soviética poseía un sistema de proyectiles antibalísticos (conocido como GALOSH) en los alrededores de Moscú, que en esos momentos estaban perfeccionando. Los estadounidenses jamás habían emplazado un sistema equivalente."
"Los soviéticos también estaban más avanzados en las armas antisatélites. Por consiguiente, había un argumento fuerte de que los soviéticos ya habían adquirido una ventaja inaceptable en toda esta esfera.
"El cuarto elemento era lo que implicaba la Iniciativa de Defensa Estratégica para la disuasión. Al principio sentí bastante simpatía por la filosofía tras el Tratado sobre la Limitación de los Sistemas de Proyectiles Antibalísticos, que era que mientras más ultramoderna y efectiva fuera la defensa contra los misiles nucleares, mayor presión había para procurar avances enormemente costosos en la tecnología para las armas nucleares. Siempre creí en una versión con ligeras condiciones de la doctrina conocida como ‘destrucción recíproca segura’, MAD por sus siglas en inglés. La amenaza de lo que yo prefiero llamar ‘destrucción inaceptable’ que se produciría tras un intercambio nuclear era tal, que las armas nucleares constituían un elemento de disuasión efectivo contra la guerra no solo nuclear, sino también convencional."
"Pronto comencé a ver que la Iniciativa de Defensa Estratégica no socavaría la disuasión nuclear, sino que la fortalecería. A diferencia del presidente Reagan y de otros miembros de su Administración, jamás creí que la Iniciativa de Defensa Estratégica podría ofrecer una protección al ciento por ciento, pero permitiría que suficientes misiles de Estados Unidos sobrevivieran a un primer golpe de los soviéticos."
"El tema de la Iniciativa de Defensa Estratégica fue el que dominó mis conversaciones con el presidente Reagan y con los miembros de su Administración cuando fui a Camp David el sábado 22 de diciembre de 1984 para informar a los estadounidenses sobre mis conversaciones previas con el señor Gorbachov. Esa fue la primera vez que oí al presidente Reagan hablar sobre la Iniciativa de Defensa Estratégica. Habló de eso apasionadamente. Estaba en su punto más idealista. Destacó que la Iniciativa de Defensa Estratégica sería un sistema defensivo y que no era su intención obtener para Estados Unidos una ventaja unilateral. Es más, dijo que si la Iniciativa de Defensa Estratégica tenía éxito estaría dispuesto a internacionalizarla de modo que estuviera al servicio de todos los países, y le había dicho lo mismo al señor Gromyko. Reafirmó su objetivo a largo plazo de eliminar totalmente las armas nucleares.
"Esas observaciones me pusieron nerviosa. Me horrorizaba pensar que Estados Unidos estuvieran dispuestos a echar por la borda la ventaja tan arduamente ganada en materia de tecnología al ponerla a disposición de todo el mundo."
"Lo que escuché, ahora que llegábamos a la discusión de las probabilidades reales más que de una concepción amplia, era tranquilizador. El presidente Reagan no simulaba que ellos supieran aún a dónde pudieran conducir las investigaciones. Pero recalcó que —además de sus argumentos anteriores a favor de la Iniciativa de Defensa Estratégica— seguirle el ritmo a Estados Unidos impondría una presión económica a la Unión Soviética. Argumentó que no existía un límite práctico en cuanto hasta dónde el gobierno soviético podría arrastrar a su pueblo por el camino de la austeridad."
"Ahora yo anotaba, mientras conversaba con el asesor para la Seguridad Nacional Bud McFarlane, los cuatro puntos que me parecían más cruciales.
"Mis funcionarios luego insertarían los detalles. El Presidente y yo acordamos un texto donde se exponía la política.
"La sección principal de mi declaración expresa:
"Le hablé al Presidente acerca de mi firme convicción de que el programa de investigaciones de la Iniciativa de Defensa Estratégica debía continuar. La investigación, por supuesto, es permitida según los tratados existentes entre Estados Unidos y la Unión Soviética; y, por supuesto, sabemos que los rusos ya tienen su programa de investigaciones y, en opinión de Estados Unidos, han ido ya más allá de las investigaciones. Convinimos en cuatro puntos: 1. El objetivo de Estados Unidos, de Occidente, no era alcanzar la superioridad, sino mantener el equilibrio, tomando en cuenta los avances soviéticos; 2. El despliegue relacionado con la Iniciativa de Defensa Estratégica, en vista de las obligaciones que imponían los tratados, tendría que ser una cuestión para la negociación; 3. El objetivo general es aumentar, no socavar, disuasión; 4. La negociación entre el Este y Occidente debe apuntar hacia alcanzar la seguridad con niveles reducidos de sistemas ofensivos de ambos lados. Este será el propósito de las negociaciones reanudadas entre Estados Unidos y la Unión Soviética sobre el control de los armamentos, que yo acojo con beneplácito.
El libro Legado de Cenizas, de Tim Weiner, una investigación sobre los programas secretos de Estados Unidos.
"Posteriormente supe que George Schultz —entonces Secretario de Estado— pensaba que yo había asegurado una concesión demasiado grande por parte de los americanos en la redacción; pero eso, de hecho, nos daba —tanto a ellos como a nosotros— una línea clara y defendible, y ayudaba a tranquilizar a los miembros europeos de la OTAN. Un día de trabajo muy productivo."
Más adelante, con el subtítulo de "Visita A Washington: febrero de 1985", Margaret Thatcher expresa:
"Visité Washington nuevamente en febrero de 1985. Las negociaciones sobre armamentos entre los americanos y la Unión Soviética ya se habían reanudado, pero la Iniciativa de Defensa Estratégica seguía siendo una fuente de discusión. Yo debía hablar ante una reunión conjunta del Congreso en la mañana del miércoles 20 de febrero y llevé conmigo desde Londres como regalo una estatua de bronce de Winston Churchill, a quien también muchos años antes se le había honrado con tal invitación. Trabajé de manera especialmente ardua en este discurso. Utilizaría el teleprompter para pronunciarlo. Sabía que el Congreso había visto al propio ‘Gran Comunicador’ pronunciando discursos intachables y yo tendría un auditorio exigente. De modo que decidí practicar la lectura del texto hasta que lograra pronunciarlo con la entonación y el énfasis correctos. Hablar a partir del teleprompter, debo agregar, es una técnica totalmente distinta a hablar a partir de notas. De hecho, el presidente Reagan me prestó su propio teleprompter y yo lo había llevado de vuelta a la Embajada británica, donde estaba alojada. Harvey Thomas, quien me acompañaba, lo consiguió y, haciendo caso omiso de cualquier desfase horario, practiqué hasta las 4:00 a.m. No me acosté, comenzando el nuevo día de trabajo con mi acostumbrado café negro y mis tabletas de vitaminas; después concedí entrevistas televisivas a partir de las 6:45 a.m.; pasé por la peluquera y estuve lista a las 10:30 para partir hacia el Capitolio. Utilicé mi discurso, que abordaba extensamente los asuntos internacionales, para dar un fuerte apoyo a la Iniciativa de Defensa Estratégica. Tuve una acogida fabulosa."
"El mes siguiente (marzo de 1985) ocurrió la muerte del señor Chernenko y notablemente, sin mucha demora, la sucesión del señor Gorbachov a la dirección de la Unión Soviética. Una vez más asistí a un funeral en Moscú: el tiempo estaba, incluso, más frío que en el de Yuri Andrópov. El señor Gorbachov tenía que atender a gran cantidad de dignatarios extranjeros. Pero tuve una charla de casi una hora con él esa tarde en el Salón de Santa Catalina del Kremlin. La atmósfera era más formal que en Chequers (residencia rural oficial de los primeros ministros británicos desde 1921), y la presencia callada, sardónica, del señor Gromyko no ayudaba. Pero pude explicarles las implicaciones de la política que yo había convenido con el presidente Reagan en el mes de diciembre anterior en Camp David. Estaba claro que la Iniciativa de Defensa Estratégica era ahora la preocupación principal de los soviéticos en términos de control de armamentos. El señor Gorbachov trajo, como habíamos esperado, un nuevo estilo al gobierno soviético. Él hablaba abiertamente del horrible estado de la economía soviética, aunque todavía en esta etapa se apoyaba en los métodos asociados con la campaña del señor Andrópov por una mayor eficiencia más que en una reforma radical. Un ejemplo de ello fueron las medidas draconianas que tomó Gorbachov contra el alcoholismo. Pero, a medida que avanzó el año, no hubo señales de mejoría de las condiciones en la Unión Soviética. De hecho, como señaló nuestro nuevo y gran embajador en Moscú, Brian Cartledge, que había sido mi secretario privado sobre relaciones exteriores cuando resulté Primera Ministra por primera vez, en uno de sus primeros informes, era cuestión de ‘compota mañana y, mientras tanto, nada de vodka hoy’.
"Las relaciones de Gran Bretaña con la Unión Soviética entraron en un claro periodo de frialdad como resultado de las expulsiones que yo autoricé de funcionarios soviéticos que habían estado realizando actos de espionaje."
"En noviembre, el presidente Reagan y el señor Gorbachov celebraron su primera reunión en Ginebra. Sus resultados fueron escasos —los soviéticos insistían en vincular las armas nucleares estratégicas con la suspensión de las investigaciones relativas a la Iniciativa de Defensa Estratégica— pero pronto se desarrolló una simpatía personal entre los dos líderes. Se había expresado cierta preocupación en cuanto a que el avispado y joven homólogo soviético del presidente Reagan pudiera superarlo en habilidad. Pero no fue así, lo cual no me sorprendió en lo absoluto, pues Ronald Reagan había tenido muchísima práctica en sus primeros años como presidente del gremio de artistas de cine al llevar a cabo negociaciones del sindicato sobre bases realistas —y nadie era más realista que el señor Gorbachov.
"Durante 1986 el señor Gorbachov demostró gran sutileza en explotar la opinión pública occidental al presentar propuestas tentadoras, pero inaceptables, sobre el control de armamentos. Los soviéticos dijeron relativamente poco sobre el vínculo entre la Iniciativa de Defensa Estratégica y la reducción de las armas nucleares. Pero no se les dio razón alguna para creer que los americanos estaban dispuestos a suspender o detener las investigaciones relativas a la Iniciativa de Defensa Estratégica. A finales de ese año se acordó que el presidente Reagan y el señor Gorbachov —con sus Ministros de Relaciones Exteriores— se deberían reunir en Reykjavik, Islandia, para discutir ofertas sustantivas."
"El hecho era que nosotros no podíamos contener la investigación sobre nuevos tipos de armas. Teníamos que ser los primeros en obtenerlas. Es imposible detener a la ciencia: no se detendrá por ser ignorada."
"En retrospectiva, puede considerarse que la Cumbre de Reykjavik ese fin de semana del 11 y 12 de octubre [de 1986] tuvo una significación absolutamente diferente a la que le atribuyó la mayoría de los comentaristas en ese entonces. Se les había preparado una trampa a los americanos. Concesiones soviéticas cada vez mayores se hicieron durante la Cumbre: convinieron por primera vez en que los elementos de disuasión británicos y franceses se excluyeran de las negociaciones sobre las fuerzas nucleares de alcance intermedio; y que las reducciones en las armas nucleares estratégicas debían dejar a cada bando con cantidades iguales —y no sólo una reducción porcentual, que habría dejado a los soviéticos con clara ventaja. También hicieron concesiones significativas en cuanto a las cifras relativas a las fuerzas nucleares de alcance intermedio. Cuando la Cumbre se acercaba a su fin, el presidente Reagan propuso un acuerdo mediante el cual todo el arsenal de armas nucleares estratégicas —bombarderos, misiles Crucero y balísticos de largo alcance— se reduciría a la mitad en un plazo de cinco años y las más poderosas de estas armas, los misiles balísticos estratégicos, se eliminarían en un plazo de diez años. El señor Gorbachov era aún más ambicioso: quería que se eliminaran todas las armas nucleares estratégicas al concluir el periodo de diez años.
"Pero entonces repentinamente, al mismísimo final, se accionó la trampa. El presidente Reagan había concedido que durante el periodo de diez años ambos bandos acordarían no retirarse del Tratado sobre la Limitación de los Sistemas de Proyectiles Antibalísticos, aunque se permitiría el desarrollo y los ensayos compatibles con el Tratado."
Pero Reagan sufrió una extraña amnesia en torno al detonante de la brutal competencia militar que se le impuso a la URSS, con un extraordinario costo económico. Su publicitado diario no menciona absolutamente nada del Dossier Farewell. En sus apuntes de cada día, publicados este año, Ronald Reagan, hablando de su estancia en Montebello, Canadá, expresa:
"Domingo 19 de julio (1981)
"El hotel es una maravillosa obra de ingeniería, hecha totalmente de troncos. La mayor cabaña de troncos del mundo.
"Tuve un mano a mano con el Canciller Schmidt (Jefe del gobierno alemán). Estaba realmente deprimido y de un humor pesimista acerca del mundo.
"Luego me reuní con el presidente Mitterrand, le expliqué nuestro programa económico y que no teníamos nada que ver con las altas tasas de interés.
"Esa noche cenamos solamente nosotros 8. Los 7 jefes de Estado y el Presidente de la Comunidad Europea. Se convirtió realmente en una conversación informal sobre cuestiones económicas, debido básicamente a una sugerencia de la Primera Ministra Thatcher."
El resultado final de la gran conspiración y la alocada y costosa carrera armamentista, cuando la Unión Soviética estaba herida de muerte en el orden económico, lo cuenta en la introducción al libro de Thomas C. Reed, George H. W. Bush, el primer Presidente de la dinastía Bush, quien participó de forma real en la Segunda Guerra Mundial, al escribir textualmente:
"La guerra fría fue una lucha a favor de la mismísima alma de la humanidad. Fue una lucha a favor de un modo de vida definido por la libertad de una parte y por la represión de la otra. Creo que ya hemos olvidado cuán larga y dura fue esa lucha, y cuán cerca del desastre nuclear estuvimos a veces. El hecho de que este no ocurriera da fe de los honorables hombres y mujeres de ambos lados que mantuvieron su serenidad e hicieron lo correcto —según su criterio— en momentos de crisis.
"Este conflicto entre las superpotencias que sobrevivieron a la Segunda Guerra Mundial comenzó cuando yo regresaba a casa de la guerra. En 1948, el año de mi graduación de la Universidad de Yale, los soviéticos trataron de cortar el acceso de Occidente a Berlín. Ese bloqueo condujo a la creación de la OTAN, fue seguido de la primera prueba soviética de la bomba atómica, y se volvió sangriento con la invasión a Corea del Sur. Detrás de esto vinieron cuatro décadas de enfrentamientos nucleares, guerras donde cada superpotencia apoyaba al bando contrario y privaciones económicas.
"Yo tuve el privilegio de ser el Presidente de Estados Unidos cuando todo esto llegó a su fin. En el otoño de 1989 los estados satélites comenzaron a liberarse y revoluciones mayormente pacíficas se extendieron por Polonia, Hungría, Checoslovaquia y Rumania. Cuando cayó el muro de Berlín, sabíamos que se acercaba el fin.
"Tendrían que transcurrir aún dos años para que se acabara el imperio de Lenin y Stalin. Yo recibí la buena nueva por medio de dos llamadas telefónicas. La primera me llegó el 8 de diciembre de 1991, cuando Boris Yeltsin me llamó desde un pabellón de caza cerca de Brest en Bielorrusia. Habiendo sido recientemente elegido Presidente de la República rusa, Yeltsin se había estado reuniendo con Leonid Kravchuk, presidente de Ucrania y Stanislav Shushchevik, presidente de Bielorrusia. ‘Hoy ocurrió un acontecimiento muy importante en nuestro país,’ dijo Yeltsin. ‘Quise informárselo yo mismo antes de que se enterara por la prensa.’ Entonces me dio la noticia: los Presidentes de Rusia, Bielorrusia y Ucrania habían decidido disolver la Unión Soviética.
"Dos semanas más tarde, una segunda llamada confirmó que la antigua Unión Soviética desaparecería. Mijail Gorbachov me contactó en Camp David en la mañana de Navidad de 1991. Nos deseó una feliz Navidad a Bárbara y a mí y luego pasó a resumir lo que había sucedido en su país: la Unión Soviética había dejado de existir. Él acababa de comparecer en la televisión nacional para confirmar el hecho y había transferido el control de las armas nucleares soviéticas al Presidente de Rusia. ‘Pueden disfrutar de una tranquila noche de Navidad’, nos dijo. Y así terminó todo."
Consta, por un artículo publicado en The New York Times que la operación utilizó casi todas las armas al alcance de la CIA —guerra sicológica, sabotaje, guerra económica, engaño estratégico, contrainteligencia, guerra cibernética—, todo ello en colaboración con el Consejo de Seguridad Nacional, el Pentágono y el FBI. Destruyó al pujante equipo de espionaje soviético, dañó la economía y desestabilizó el Estado de ese país. Fue un éxito rotundo. De haberse hecho a la inversa (los soviéticos a los norteamericanos), pudiera haberse visto como un acto de terrorismo.
Del tema se habla también en otro libro titulado Legado de Cenizas, que acaba de ser publicado. En la solapa del libro se expresa que "Tim Weiner es un reportero de The New York Times, quien ha escrito sobre los servicios de Inteligencia estadounidenses durante veinte años, y obtuvo un Premio Pulitzer por su trabajo sobre los programas secretos de Seguridad Nacional. Ha viajado a Afganistán y otros países para investigar de primera mano las operaciones encubiertas de la CIA. Este es su tercer libro.
"Legado de Cenizas se basa en más de 50 000 documentos, provenientes fundamentalmente de los propios archivos de la CIA, y cientos de entrevistas a veteranos de dicha agencia, incluidos diez directores. Nos muestra un panorama de la CIA desde su creación después de la Segunda Guerra Mundial, pasando por sus batallas durante la guerra fría y la guerra contra el terrorismo iniciada el 11 de Septiembre del 2001."
El artículo de Jeremy Allison, publicado en Rebelión en junio del 2006, y los de Rosa Miriam Elizalde, publicados el 3 y el 10 de septiembre del año en curso, 2007, denuncian estos hechos destacando la idea de uno de los fundadores del software libre, quien señaló que: "a medida que se complejizan las tecnologías será más difícil detectar acciones de ese tipo".
Rosa Miriam publicó dos sencillos artículos de opinión de apenas cinco páginas cada uno. Si lo desea, puede escribir un libro de muchas páginas. La recuerdo bien desde el día en que, como periodista muy joven, me preguntó ansiosa, nada menos que en una conferencia de prensa hace más de 15 años, si yo pensaba que podríamos resistir el periodo especial que nos caía encima con la desaparición del campo socialista.
La URSS se derrumbó estrepitosamente. Desde entonces hemos graduado a cientos de miles de jóvenes en el nivel superior de enseñanza. ¡Qué otra arma ideológica nos puede quedar que un nivel superior de conciencia! La tuvimos cuando éramos un pueblo en su mayoría analfabeto o semianalfabeto. Si lo que se desea es conocer verdaderas fieras, dejen que en el ser humano prevalezcan los instintos. Sobre eso se puede hablar mucho.
En la actualidad, el mundo está amenazado por una desoladora crisis económica. El gobierno de Estados Unidos emplea recursos económicos inimaginables para defender un derecho que viola la soberanía de todos los demás países: continuar comprando con billetes de papel las materias primas, la energía, las industrias de tecnologías avanzadas, las tierras más productivas y los inmuebles más modernos de nuestro planeta.
Fidel Castro Ruz
Septiembre 18 del 2007
6:37 p.m.
miércoles, 12 de septiembre de 2007
EL IMPERIO Y LA MENTIRA
El imperio y la mentira
(Imagen tomada por cusam10, de www.5septiembre.cu)Reagan fue el creador de la Fundación Nacional Cubano-Americana, cuyo siniestro papel en el bloqueo y el terrorismo contra Cuba se revelaría años después cuando el gobierno de Estados Unidos desclasifica documentos secretos, aunque todavía llenos de bochornosas tachaduras. Si se hubieran conocido antes, no habría cambiado nuestra conducta.
Cuando llegó a Cuba la noticia el 30 de marzo de 1981 de que se había producido un atentado contra Reagan, con disparos de un arma de pequeño calibre le enviamos un mensaje expresándole nuestra condena al hecho. Una bala de plomo calibre 22 se alojó en uno de sus pulmones, causándole riesgos y sufrimientos personales. El mensaje está contenido en la conversación que por instrucciones precisas sostuvo el entonces ministro de Relaciones Exteriores, Isidoro Malmierca, con Wayne Smith, Jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana.
A continuación párrafos literales de la conversación entre ambos:
"ISIDORO MALMIERCA: Hemos procedido a convocarle y recibirle por encargo expreso del Presidente Fidel Castro. Él me pidió que le explicara, primero, nuestro reconocimiento por la información que usted nos ofreció a través del director Joaquín Más sobre el atentado que sufrió el presidente Reagan. Por otra parte queremos, también en nombre del Presidente Fidel Castro, expresarle cuánto lamentamos este hecho y también nuestra esperanza, nuestros votos de que el presidente Reagan pueda recuperarse de este atentado lo más pronto posible.
"WAYNE SMITH: Muchas gracias.
"ISIDORO MALMIERCA: Hemos estado recibiendo informaciones acerca de la atención médica que le está siendo ofrecida. Inicialmente usted también recibió información de que parecían más sencillas las consecuencias del atentado, pero parece que es más grave, que está siendo sometido a una intervención quirúrgica.
"WAYNE SMITH: Sí. Nosotros tenemos la impresión de que fue operado ya, pero la operación dicen ahora por radio que la empiezan ahora, es probable que salga, digamos, dentro de una hora. Es decir, una operación de 3 horas no es nada sencillo y más en un hombre de 70 años. Dicen que no hay peligro. Yo interpreto eso como que no habrá peligro inmediato. Pero en un hombre de 70 años una operación de 3 horas es seria. Pero dicen que su situación no es grave, que es estable. Esperamos que todo salga bien. Agradezco sus votos y el interés y el mensaje del Presidente Fidel Castro.
"ISIDORO MALMIERCA: En Washington también el señor Frechette se dirigió a la Sección de Intereses de Cuba y nos trasladó datos sobre esta situación. Explicó que usted también había recibido información sobre esto. Bien, le repito que el Presidente Fidel Castro me encargó personalmente de conversar con usted y expresarle nuestros votos de que el presidente Reagan pueda recobrarse rápidamente de las consecuencias del atentado.
"WAYNE SMITH: Muchas gracias. ¡Dios mío! Es difícil esto. El Presidente Kennedy fue asesinado en Dallas y parece que el responsable del atentado a Reagan es de Dallas. Vive ahora en Colorado, pero es de Dallas. No sé qué...
"ISIDORO MALMIERCA: Yo leí en unos cables que había nacido cerca de Denver, a 30 kilómetros de Denver.
"WAYNE SMITH: Yo no sé. Uno de mis cónsules aquí en la Oficina me dijo que él había oído por radio que es un tipo que había estudiado en la misma escuela con él. No sé, tal vez habrá vivido unos años en Dallas. No sé qué es lo que tiene la atmósfera de Dallas.
"ISIDORO MALMIERCA: Dicen que son tres hermanos, hijos de un hombre que se dedica a negocios de petróleo.
"WAYNE SMITH: Su papá, sí. Él es un tipo de 22 años, que era estudiante en la universidad de Yale, pero que había dejado sus estudios hace poco. Tal vez es un resentido, un joven que ha fracasado, que actuó por sentimiento. Hablando con toda franqueza, me alegro que sea un tipo como él y no, digamos, un puertorriqueño o algo así, que podría provocar implicaciones políticas.
"ISIDORO MALMIERCA: Las especulaciones sobre motivaciones políticas para hacer eso.
"WAYNE SMITH: Sí, eso podría innegablemente permitir estimular, alentar interpretaciones políticas. Un joven blanco, de Colorado, Texas; es muy difícil hacer interpretaciones políticas.
"ISIDORO MALMIERCA: Ha habido incluso ya algunas informaciones de la policía que dicen que es un hombre que actuó solo, sin vinculación con otros grupos...
"WAYNE SMITH: Sí, debe haber sido un loco o fanático, acercarse tanto al Presidente... Bueno, fue capturado enseguida. Sacó su pistola y disparó...
"ISIDORO MALMIERCA: ¿Brady murió?
"WAYNE SMITH: No.
"ISIDORO MALMIERCA: Decían que había muerto.
"WAYNE SMITH: Sí. Hubo informes de que sí, que había muerto, pero últimamente han dicho que no, que está muy grave, pero no se murió. Me imagino que si hubiera sido de calibre 45 sí era de muerte, pero calibre 22 tiene ciertas posibilidades... Pero parece que recibió la bala en la cabeza, evidentemente en la cabeza... Eso no es nada bueno, no hay muchas esperanzas.
"ISIDORO MALMIERCA: Un balazo en la cabeza, de cualquier calibre, es algo muy grave.
"WAYNE SMITH: Brady está muy grave. Podría quedar vivo pero sería un vegetal.
"ISIDORO MALMIERCA: Lamento que nuestra entrevista haya sido provocada por un hecho tan lamentable.
"WAYNE SMITH: Le agradezco sus votos. Enviaré inmediatamente un cable avisando a mi gobierno de nuestra conversación. Le ruego que transmita al Presidente Fidel Castro mi agradecimiento.
No hago comentario alguno. La versión de Malmierca, redactada inmediatamente después del encuentro, habla por sí misma. Wayne Smith es hoy un firme luchador contra el bloqueo y las agresiones a Cuba.
Pero no concluye aquí la historia de nuestra conducta hacia el Presidente de un país que desde los días de Einsenhower elaboró cientos de planes para eliminarme físicamente.
Una información entregada muy confidencialmente en el verano de 1984 a un oficial responsable de la seguridad de los representantes cubanos en ONU alertaba sobre un plan de atentado contra el presidente Ronald Reagan, por parte de un grupo de extrema derecha en Carolina del Norte. Al conocerla, decidimos informar de inmediato a las autoridades norteamericanas. Nuestro oficial sugirió entregarla a través de Robert C. Muller, jefe de seguridad de la misión de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, con el cual se tenía contacto para la protección de delegaciones cubanas que visitaban al organismo internacional.
El atentado se produciría en fecha muy próxima cuando Reagan visitara Carolina del Norte, como parte de la campaña para reelegirse en el cargo.
La información estaba completa; daba nombres de los implicados en el plan; día, hora y lugar donde sería el magnicidio; tipo de armamento que poseían los terroristas y dónde guardaban las armas; además de todo eso, el centro de reunión de los elementos que estaban planificando la acción y un breve relato de lo que habían conversado en dicha reunión.
La entrega de la información se realizó en un encuentro con Muller en un edificio situado en la calle 37 y la Tercera Avenida, a dos cuadras del edificio de la misión cubana.
Se le trasladaron todos los detalles conocidos, garantizando quedara bien claro lo más importante, como era los nombres de los involucrados, lugar, hora y tipo de armamento que se utilizaría por estos.
Al final del intercambio, nuestro oficial le comunicó que había recibido instrucciones del gobierno de Cuba de hacerlo con urgencia, y que lo habíamos seleccionado por conocer que era un profesional en los problemas de seguridad.
Muller leyó lo que había escrito para asegurarse de que no había alterado nada y que estaban todos los elementos importantes.
Preguntó por la fuente, se le dijo era segura. Planteó que el servicio secreto tendría necesidad de entrevistarse con los funcionarios cubanos. Se le contestó no había inconveniente en hacerlo.
Aproximadamente a las cuatro y media de la tarde de ese día, los agentes del Servicio Secreto se reunieron con la representación cubana.
La entrevista se llevó a cabo en el apartamento 34-F, situado en el piso 34 de un complejo de edificios nombrado Ruppert Towers, que se encuentra en la calle 92 entre Tercera y Segunda Avenida, en la parte alta de Manhattan.
Los agentes eran dos hombres jóvenes, blancos, pelados bien bajo, vestidos de traje. Su objetivo era principalmente chequear lo que Muller les había trasladado, pues traían en sus manos copia del cable que este les había enviado. Al comprobar el contenido del cable se les aseguró no faltaba nada.
Los agentes del Servicio Secreto querían conocer quién había dado la información y cómo esta había llegado a nuestro poder. Se les respondió lo mismo que se le había dicho a Muller. También se interesaron en saber si era posible alguna ampliación, y se les dijo que si llegaba algo nuevo se les trasladaría de inmediato.
Ellos dieron su tarjeta y pidieron se les llamara directamente si se conocían otros datos adicionales, plantearon no era necesario hacerlo por medio de Muller.
El lunes siguiente pudimos conocer que el Buró Federal de Investigaciones había detenido a un grupo de personas en Carolina del Norte a las que se les hacían varias acusaciones, ninguna de ellas —como es de suponer— relacionadas con un atentado al Presidente Reagan, quien viajó a dicho Estado poco después como parte de la campaña por la reelección al cargo de Presidente.
Antes de que transcurrieran cuatro o cinco días de la detención, a fines de esa propia semana, Muller llamó por teléfono a la Misión para invitar al funcionario cubano a almorzar, lo cual hicieron en el restaurante para Delegados de las Naciones Unidas. Lo primero que hizo fue pedir se trasladara al gobierno de Cuba el agradecimiento del gobierno de Estados Unidos por la información brindada, y confirmó que habían operado contra el grupo de involucrados. ¡Un luchador antiterrorista cubano salvó la vida de un Presidente de Estados Unidos!
Alguna prensa norteamericana menciona un diario íntimo de más de 700 páginas de apuntes personales de Reagan, desde su toma de posesión hasta la entrega del mando a Bush (padre), tratando de hacer ver que su gobierno no fue tan agresivo contra Cuba.
Sin embargo, según cuentan, Robert McFarlane, entonces Subsecretario de Estado subordinado a Alexander Haig, afirmó en sus memorias: "De todos los gobiernos que han lidiado con Fidel Castro desde 1959, el de Reagan parecía el menos adecuado para dialogar con el régimen comunista de Cuba".
Tal vez Reagan experimentó algún agradecimiento tanto por nuestra preocupación cuando sufrió el atentado en 1981, como por el aviso que le salvó la vida ante un peligro inminente, y lo agradeció a través de Robert C. Muller.
Reagan fue quien suscribió con Cuba el primer acuerdo migratorio, pero no podía escapar de su entorno, porque otros más a la derecha todavía que él lo eliminaban físicamente, como hicieron con Kennedy después que conoció el terrible riesgo de una guerra termonuclear. Reagan sin duda cambió su política hacia Cuba en un año electoral, incumplió el acuerdo suscrito que fijó la entrega de hasta 20 mil visas por año para viajes seguros, al otorgar menos de mil, y mantuvo la llamada Ley de Ajuste que tantas vidas cubanas ha costado.
El 11 de septiembre del 2001 en el vecino país se produjo un verdadero caos. Durante mucho tiempo los aeropuertos tenían prohibido realizar aterrizajes. Un incalculable número de vuelos con pasajeros estaban en el aire. Eran las noticias que se transmitían por los medios de difusión masiva de Estados Unidos. Se informaba de miles de víctimas en Nueva York, entre personal que trabajaba en las Torres Gemelas, bomberos y visitantes. También se habló de personas que iban en un avión de pasajeros lanzado contra el Pentágono. Ofrecimos el envío de sangre segura procedente de donantes habituales si se necesitaba en algún caso. La donación de sangre es una tradición de la Revolución cubana desde hace mucho tiempo.
Coincidió casualmente con el día en que habíamos convocado a las 6:00 de la tarde a casi 15 000 estudiantes de nivel superior y graduados universitarios, con motivo de la reinauguración de la escuela "Salvador Allende", donde 3 599 jóvenes comenzarían estudios superiores para prepararse con métodos nuevos y probados a fin de ejercer como maestros de primaria.
Hoy se cumplen seis largos años de aquel doloroso episodio. En la actualidad se conoce que hubo desinformación deliberada. No recuerdo haber oído hablar ese día de que en los sótanos de esas torres, en cuyos pisos superiores radicaban bancos de multinacionales junto a otras oficinas, había depositadas alrededor de 200 toneladas de barras de oro. La orden era disparar a muerte contra todo el que intentara penetrar hasta el oro. Los cálculos sobre estructuras de acero, impactos de avión, cajas negras encontradas y lo que estas revelaban, no se ajustan a los criterios de matemáticos, sismólogos, especialistas en información y especialistas en demolición, etcétera, etcétera. Lo más dramático es la afirmación de que posiblemente nunca se conozca lo que verdaderamente ocurrió. Consta sin embargo que varias personas que viajaban de New Jersey a San Francisco, conversaron con familiares cuando ya la nave aérea estaba bajo el control de individuos ajenos a su tripulación normal.
Analizando el impacto de aviones similares al proyectado contra las torres, caídos por accidente en ciudades densamente pobladas, se concluye que ningún avión se estrelló sobre el Pentágono y que sólo un proyectil pudo generar el orificio geométricamente redondo que en dicha instalación creara el supuesto avión. Tampoco aparece pasajero alguno que allí pereciera. Nadie en el mundo tenía dudas sobre las noticias recibidas de un ataque al edificio del Pentágono. Fuimos engañados al igual que los habitantes del resto del planeta.
Al hablar en la Ciudad Deportiva aquel 11 de septiembre, entre otras consideraciones abordé el tema de la tragedia en Estados Unidos. Para no incluir el discurso completo, extraje párrafos textuales del mismo:
[...] El acto no pensábamos suspenderlo, ni podía suspenderse, a pesar de la tensión internacional creada por los acontecimientos. Imagino que muchos los conozcan; pero, en esencia, consistieron en que, aproximadamente a las 9:00 de la mañana un Boeing, de los grandes, se estrella directamente contra uno de los dos edificios de las famosas torres de Nueva York, uno de los más altos del mundo, que tiene dos alas. Como es natural, aquello se incendia con todo el combustible de uno de esos grandes aviones; empiezan a ocurrir escenas tremendas, y 18 minutos después otro avión, también de una empresa aérea norteamericana, ataca y se estrella directamente contra la otra ala de la torre.
Unos minutos más tarde, otro avión se estrella contra el Pentágono. Llegan noticias, en medio de cierta confusión, de una bomba frente al Departamento de Estado y otros hechos alarmantes, aunque he mencionado los más importantes.
Evidentemente el país había sido víctima de un violento y sorpresivo ataque, inesperado, inusitado, algo verdaderamente insólito, que dio lugar a escenas impresionantes, en especial cuando ardían las dos torres y, sobre todo, cuando ambas se desploman, con sus 100 pisos, sobre otras edificaciones próximas, y se conocía que allí trabajaban decenas de miles de personas en diversas oficinas que representan numerosas empresas de variados países.
Era lógico que aquello produjera una conmoción en Estados Unidos y en el mundo, las bolsas de valores comenzaron a derrumbarse, y por la importancia política, económica, tecnológica y el poder de Estados Unidos, el mundo hoy estaba conmovido con aquellos acontecimientos que fue necesario seguir durante todo el día, a la vez que por nuestra parte se mantenía la atención sobre las condiciones y las circunstancias en que se realizaría este acto.
Por tanto había dos temas: la escuela y su importantísimo curso, y la catástrofe de tipo político y humano que se había producido allá, especialmente en Nueva York.
[...] Hoy es un día de tragedia para Estados Unidos. Ustedes saben bien que aquí jamás se ha sembrado odio contra el pueblo norteamericano. Quizás, precisamente al sentirse Cuba plenamente libre, con patria y sin amo, por su cultura y por su falta de complejos, sea el país donde se trate con más respeto a los ciudadanos norteamericanos. Nunca hemos predicado ningún género de odios nacionales, ni cosas parecidas al fanatismo, por eso somos tan fuertes, porque basamos nuestra conducta en principios y en ideas, y tratamos con gran respeto —y ellos se percatan de eso— a cada ciudadano norteamericano que visita a nuestro país.
Además no olvidamos al pueblo norteamericano que puso fin a la guerra de Viet Nam con su enorme oposición a aquella guerra genocida; no olvidamos al pueblo norteamericano que, en un número superior al 80 por ciento, apoyó el regreso de Elián a nuestra patria; no olvidamos cuánto idealismo, perturbado muchas veces por el engaño, porque —como hemos dicho muchas veces— para llevar a un norteamericano a que apoye una causa injusta, una guerra injusta, primero hay que engañarlo, y el método clásico utilizado en la política internacional de ese enorme país es el método de engañar primero, para contar después con el apoyo de la población. Cuando sucede a la inversa y su pueblo descubre que algo es injusto, por su tradición de idealismo, se opone a aquello que ha estado apoyando, muchas veces causas muy injustas, convencido de que lo que apoyaba era justo.
Por eso nosotros —que sabemos no el número exacto, pero que hemos visto escenas impresionantes de sufrimientos y posibles víctimas— hemos sentido dolor profundo y tristeza por el pueblo norteamericano, fieles a la línea que hemos seguido siempre.
No andamos adulando a gobiernos, ni pidiendo perdones, ni favores, ni se alberga en nuestros pechos ni siquiera un átomo de temor. La historia de la Revolución ha demostrado cuán capaz es de desafiar, cuán capaz es de luchar, cuán capaz es de resistir lo que tenga que resistir, algo que nos ha convertido en un pueblo invencible. Esos son nuestros principios, una Revolución que se basa en ideas, en la persuasión y no en la fuerza.
[...] Nuestra reacción ha sido la que dije, y quisimos que nuestro pueblo viera las escenas y contemplara la tragedia. Y no hemos vacilado en expresar públicamente nuestro sentimiento. Aquí mismo está una declaración que se entregó a la prensa internacional alrededor de las 3:00 de la tarde, elaborada tan pronto se conocieron los hechos; mientras tanto, nuestra televisión estaba enfrascada en la divulgación de los acontecimientos. Sería comunicada a nuestro pueblo en el noticiero de la noche.
Me adelanto aquí algunos minutos para hacerles conocer la Declaración Oficial del Gobierno de Cuba, frente a los hechos ocurridos en Estados Unidos.
"El Gobierno de la República de Cuba ha recibido con dolor y tristeza las noticias sobre los ataques violentos y sorpresivos realizados en la mañana de hoy contra instalaciones civiles y oficiales en las ciudades de Nueva York y Washington, que han provocado numerosas víctimas.
[...] "No es posible olvidar que nuestro pueblo ha sido víctima durante más de 40 años de tales acciones, promovidas desde el propio territorio de Estados Unidos.
"Tanto por razones históricas como por principios éticos, el Gobierno de nuestro país rechaza y condena con toda energía los ataques cometidos contra las mencionadas instalaciones y expresa sus más sinceras condolencias al pueblo norteamericano por las dolorosas e injustificables pérdidas de vidas humanas que han provocado dichos ataques.
"En esta hora amarga para el pueblo norteamericano, nuestro pueblo se solidariza con el pueblo de Estados Unidos y expresa su total disposición a cooperar, en la medida de sus modestas posibilidades, con las instituciones sanitarias y con cualquier otra institución de carácter médico o humanitario de ese país, en la atención, cuidado y rehabilitación de las víctimas ocasionadas por los hechos ocurridos en la mañana de hoy."
Aunque no se sepa si son 5 000, 10 000, 15 000, 20 000 las víctimas, se sabe que solo en los aviones que fueron estrellados contra las torres, o contra el Pentágono, viajaban cientos de pasajeros, y ofrecimos lo que podíamos si hiciera falta.
Ese es un país que tiene un gran desarrollo científico, médico, recursos; pero hay momentos en que pudiera hacer falta sangre de un grupo, plasma —cualquier otro producto que nosotros podamos donar lo haríamos gustosamente—, o apoyo médico, o de personal paramédico, porque sabemos que muchos hospitales tienen déficit de determinados técnicos y profesionales. En fin, lo que queríamos era expresar nuestra actitud y nuestra disposición con relación a estos trágicos acontecimientos.
[...] Los secuestros aéreos, método inventado contra Cuba, se convirtieron en una plaga universal, y fue Cuba la que al fin y al cabo resolvió ese problema cuando, después de advertirlo reiteradamente, devolvimos a Estados Unidos a dos secuestradores; es doloroso, eran ciudadanos cubanos, pero los habíamos advertido, vinieron y los enviamos, cumplimos la palabra pública; pero nunca, ni siquiera después nos dieron noticias para sus familiares. Tienen su modo de actuar. Nadie sabe. Sé que los condenaron a 40 años, y aquello fue lo que puso fin al secuestro de aviones."
[...] Ninguno de los actuales problemas del mundo se puede resolver por la fuerza, no hay poder global, ni poder tecnológico, ni poder militar que pueda garantizar la inmunidad total contra tales hechos, porque pueden ser acciones de grupos reducidos difíciles de descubrir.
Es muy importante saber cuál va a ser la reacción del gobierno de Estados Unidos. Posiblemente vengan días peligrosos para el mundo, no estoy hablando de Cuba. Cuba es el país que más tranquilo está en el mundo, por diversas causas: por nuestra política, por nuestras formas de lucha, por nuestra doctrina, nuestra ética, y, además, compañeras y compañeros, por la ausencia total de temor.
Nada nos inquieta, nada nos intimida. Sería muy difícil fabricar una calumnia contra Cuba, no lo creería ni el que la inventara y patentizara, es muy difícil; y Cuba no es hoy cualquier cosa en el mundo, tiene una posición moral muy grande y una posición política muy sólida.
[...] Los días próximos van a ser tensos dentro de Estados Unidos, empezarán a emitir opiniones no se sabe cuánta gente.
[...] Les sugeriríamos a los que dirigen el poderoso imperio que sean serenos, que actúen con ecuanimidad, que no se dejen arrastrar por raptos de ira o de odio, ni se lancen a cazar gente lanzando bombas por todas partes.
Reitero que ninguno de los problemas del mundo, ni el terrorismo, se pueden resolver por la fuerza, y cada acción de fuerza, cada acción disparatada del uso de la fuerza, en cualquier parte, agravaría seriamente los problemas del mundo.
El camino no es la fuerza ni la guerra. Lo digo aquí con toda la autoridad de haber hablado siempre con honradez, poseer convicciones sólidas y la experiencia de haber vivido los años de lucha que ha vivido Cuba. Sólo la razón, la política inteligente de buscar la fuerza del consenso y la opinión pública internacional puede arrancar de raíz el problema. Creo que este hecho tan insólito debiera servir para crear la lucha internacional contra el terrorismo; pero la lucha internacional contra el terrorismo no se resuelve eliminando a un terrorista por aquí y otro por allá; matando aquí y allá, usando métodos similares y sacrificando vidas inocentes. Se resuelve poniendo fin, entre otras cosas, al terrorismo de estado y otras formas repulsivas de matar, poniendo fin a los genocidios, siguiendo lealmente una política de paz y de respeto a normas morales y legales que son ineludibles. El mundo no tiene salvación si no sigue una línea de paz y de cooperación internacional.
[...] Nosotros hemos demostrado que podemos sobrevivir, vivir y progresar, y todo lo que aquí se muestra hoy es expresión de un progreso sin paralelo en la historia. No se progresa solo produciendo automóviles, se progresa desarrollando inteligencias, impartiendo conocimientos, creando cultura, atendiendo a los seres humanos como deben ser atendidos, que es el secreto de la enorme fuerza de nuestra Revolución.
No tiene salvación el mundo por otras vías y me estoy refiriendo en este caso a las situaciones de violencia. Búsquese la paz en todas partes para proteger a todos los pueblos de la plaga del terrorismo. Hay otra terrible plaga que se llama, por ejemplo, SIDA; otra que mata a decenas de millones de niños, adolescentes y personas en el mundo por hambre, por enfermedades y por falta de asistencia y medicamentos.
Hay en el terreno político ideas absolutistas, pensamiento único que se le trata de imponer al mundo, y promueven rebeldías e irritaciones por todas partes.
No se salva este mundo —y ya esto no tiene que ver con el terrorismo— si continúa desarrollándose o aplicándose este orden económico y social injusto que conduce al mundo a la catástrofe, a un camino del cual no podrían escapar los 6 200 millones ni los futuros hijos de los habitantes que hoy tiene este planeta, que está siendo cada vez más destruido y conducido a la pobreza, al desempleo, al hambre y a la desesperación. Lo demuestran las masas en distintos lugares ya históricos, como Seattle, Québec, Washington, Génova.
Ya los más poderosos líderes de la economía y de la política mundial no pueden casi reunirse; la gente tiene cada vez menos miedo, está sublevada, lo que puede apreciarse en todas partes. Yo acabo de estar en Durban, provincia de África del Sur, y vi allí a miles de personas pertenecientes a las Organizaciones No Gubernamentales; se ve crecer como espuma el descontento en el mundo. [...]
¡Qué enorme diferencia entre la conducta del gobierno de Cuba y la del gobierno de Estados Unidos! ¡La Revolución, que se basa en la verdad, y el imperio, que se basa en la mentira!
Fidel Castro Ruz
Septiembre 11 del 2007
5:25 p.m.
miércoles, 29 de agosto de 2007
La Sumisión a La política Imperial....
La sumisión a la política imperial(28/08/2007) 7:45 a.m.
De los Presidentes de Estados Unidos y los aspirantes a ese cargo, solo conocí uno que por motivos ético-religiosos no fue cómplice del brutal terrorismo contra Cuba: James Carter. Esto supone, desde luego, otro Presidente que prohibió el empleo de funcionarios de Estados Unidos para asesinar a dirigentes cubanos. Se trata de Gerald Ford, que sustituyó a Nixon después del escándalo de Watergate. Con su llegada irregular al cargo pudiera calificarse como un Presidente simbólico. Al ilustre presidente Eisenhower, nada opuesto al terrorismo anticubano, sino más bien el iniciador, debemos agradecerle al menos su definición del complejo militar-industrial que hoy, con su insaciable e incurable voracidad, constituye el motor que conduce a la especie humana a su actual crisis. Habían transcurrido más de tres mil millones de años desde que surgieron en el planeta Tierra las primeras formas de vida.Un día el Che y yo nos fuimos a jugar golf. Él había sido caddie para ganar algo en su tiempo de ocio; por mi parte, no sabía absolutamente nada de ese costoso deporte. Ya se había decretado por el Gobierno de Estados Unidos la suspensión y el reparto de la cuota azucarera de Cuba, después de aprobada por la Revolución la Ley de Reforma Agraria. El partido de golf fue con prensa gráfica. El propósito real, burlarnos de Eisenhower.En Estados Unidos se puede tener una minoría de votos y ganar la Presidencia. Fue lo que le pasó a Bush. Contar con la mayoría de votos de electores y perder la Presidencia fue lo que sucedió con Gore. De ahí se deriva que el Estado de la Florida, por el número de votos presidenciales que otorga, sea codiciado por todos. En el caso de Bush, fue necesario además el fraude electoral, en el que los primeros emigrantes cubanos de origen batistiano y burgués eran expertos. De eso no está excluido Clinton, ni tampoco la precandidata del Partido Demócrata. Con su apoyo se aprobó la Ley Helms-Burton, para lo que encontró un pretexto: el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate, que más de una vez volaron sobre la ciudad de La Habana y decenas de veces violaron el territorio de Cuba. La orden de impedir vuelos sobre la Capital había sido transmitida a la Fuerza Aérea cubana semanas antes. Debo contarles que, muy próximo al episodio, había llegado de visita a Cuba el legislador Bill Richardson, el 19 de enero de 1996. Traía, como era habitual, solicitudes de que fuesen puestos en libertad varios presos contrarrevolucionarios. Al plantearle que estábamos ya cansados de tales solicitudes, le hablé de lo que sucedía con los vuelos de Hermanos al Rescate. También le hablé de las promesas no cumplidas sobre el bloqueo. Richardson regresó a los pocos días, el 10 de febrero, y con entonación sincera me expresó, según recuerdo con mayor o menor precisión, lo siguiente: "Eso no volverá a repetirse, el Presidente ha dado ya la orden de que fueran suspendidos".Yo creía entonces que las órdenes de un Presidente de Estados Unidos se cumplían. Las avionetas fueron derribadas el 24 de febrero, unos días después de la respuesta. La revista The New Yorker habla y ofrece detalles sobre esa reunión con Richardson.Parece cierto que Clinton dio la orden de que tales vuelos fuesen suspendidos, pero nadie le hizo caso. Era un año electoral, y aprovechó ese pretexto para invitar a los líderes de la Fundación y suscribir, con el apoyo de todos, la criminal Ley.A raíz de la crisis migratoria que se desató en 1994, supimos que Carter deseaba actuar en busca de una solución. Clinton no lo aceptó, y llamó a Salinas de Gortari, Presidente de México. Cuba había sido el último país en reconocer su triunfo electoral. Había hecho contacto con él en su toma de posesión como nuevo Presidente de México.Salinas me comunicó por teléfono la decisión del presidente Clinton de buscar una solución satisfactoria, quien a su vez le rogó que cooperara en esa búsqueda. Así fue como se llegó a un acuerdo en principio. Dicho acuerdo con Clinton incluía la idea de poner fin al bloqueo económico. El único testigo con que contábamos era Salinas. Clinton había "planchado" a Carter en tal proceso. Cuba no podía decidir quién sería el mediador. Salinas narra este episodio con fidelidad. Quien lo desee, puede leerlo en sus textos.Clinton fue realmente amable cuando coincidió casualmente conmigo en una reunión de la ONU colmada de Jefes de Estado. Fue, además, amistoso, a la vez que inteligente, al exigir el cumplimiento de la Ley con relación al niño secuestrado al rescatarlo con fuerzas especiales enviadas desde Washington.Los precandidatos están ahora enfrascados en la aventura de la Florida: Hillary, la heredera de Clinton; Obama, el popular candidato afroamericano y varios de los otros 16 que hasta este momento han propuesto su candidatura en ambos partidos, con excepción de Ronald Ernest Paul, congresista republicano, y Maurice Robert Gravel, ex senador demócrata por Alaska.Ignoro lo que Carter dijo en sus días de candidato. Sea cual fuere su posición, lo cierto es que adiviné que su elección podría evitar al pueblo de Panamá un holocausto, y así se lo dije a Torrijos. Creó en Cuba la Oficina de Intereses y promovió un acuerdo sobre límites jurisdiccionales marítimos. Las circunstancias de su tiempo le impidieron llegar más lejos y se embarcó, a mi juicio, en algunas aventuras imperiales.Hoy se habla de que un ticket al parecer invencible podría crearse con el binomio Hillary presidente y Obama vice. Ambos se sienten en el deber sagrado de exigir "un gobierno democrático en Cuba". No están haciendo política; están jugando a las barajas un domingo por la tarde.Se afirma por los grandes medios que esto sería imprescindible, excepto si Gore se postula. No creo que lo haga, él conoce mejor que nadie la catástrofe que espera a la humanidad si continúa por el actual camino. Cuando fue candidato, por supuesto cometió el error de suspirar por "una Cuba democrática".Basta de cuentos y nostalgias. Esto se escribe sencillamente para incrementar la conciencia del pueblo cubano.Fidel Castro RuzAgosto 27 del 20074:56 p.m.
De los Presidentes de Estados Unidos y los aspirantes a ese cargo, solo conocí uno que por motivos ético-religiosos no fue cómplice del brutal terrorismo contra Cuba: James Carter. Esto supone, desde luego, otro Presidente que prohibió el empleo de funcionarios de Estados Unidos para asesinar a dirigentes cubanos. Se trata de Gerald Ford, que sustituyó a Nixon después del escándalo de Watergate. Con su llegada irregular al cargo pudiera calificarse como un Presidente simbólico. Al ilustre presidente Eisenhower, nada opuesto al terrorismo anticubano, sino más bien el iniciador, debemos agradecerle al menos su definición del complejo militar-industrial que hoy, con su insaciable e incurable voracidad, constituye el motor que conduce a la especie humana a su actual crisis. Habían transcurrido más de tres mil millones de años desde que surgieron en el planeta Tierra las primeras formas de vida.Un día el Che y yo nos fuimos a jugar golf. Él había sido caddie para ganar algo en su tiempo de ocio; por mi parte, no sabía absolutamente nada de ese costoso deporte. Ya se había decretado por el Gobierno de Estados Unidos la suspensión y el reparto de la cuota azucarera de Cuba, después de aprobada por la Revolución la Ley de Reforma Agraria. El partido de golf fue con prensa gráfica. El propósito real, burlarnos de Eisenhower.En Estados Unidos se puede tener una minoría de votos y ganar la Presidencia. Fue lo que le pasó a Bush. Contar con la mayoría de votos de electores y perder la Presidencia fue lo que sucedió con Gore. De ahí se deriva que el Estado de la Florida, por el número de votos presidenciales que otorga, sea codiciado por todos. En el caso de Bush, fue necesario además el fraude electoral, en el que los primeros emigrantes cubanos de origen batistiano y burgués eran expertos. De eso no está excluido Clinton, ni tampoco la precandidata del Partido Demócrata. Con su apoyo se aprobó la Ley Helms-Burton, para lo que encontró un pretexto: el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate, que más de una vez volaron sobre la ciudad de La Habana y decenas de veces violaron el territorio de Cuba. La orden de impedir vuelos sobre la Capital había sido transmitida a la Fuerza Aérea cubana semanas antes. Debo contarles que, muy próximo al episodio, había llegado de visita a Cuba el legislador Bill Richardson, el 19 de enero de 1996. Traía, como era habitual, solicitudes de que fuesen puestos en libertad varios presos contrarrevolucionarios. Al plantearle que estábamos ya cansados de tales solicitudes, le hablé de lo que sucedía con los vuelos de Hermanos al Rescate. También le hablé de las promesas no cumplidas sobre el bloqueo. Richardson regresó a los pocos días, el 10 de febrero, y con entonación sincera me expresó, según recuerdo con mayor o menor precisión, lo siguiente: "Eso no volverá a repetirse, el Presidente ha dado ya la orden de que fueran suspendidos".Yo creía entonces que las órdenes de un Presidente de Estados Unidos se cumplían. Las avionetas fueron derribadas el 24 de febrero, unos días después de la respuesta. La revista The New Yorker habla y ofrece detalles sobre esa reunión con Richardson.Parece cierto que Clinton dio la orden de que tales vuelos fuesen suspendidos, pero nadie le hizo caso. Era un año electoral, y aprovechó ese pretexto para invitar a los líderes de la Fundación y suscribir, con el apoyo de todos, la criminal Ley.A raíz de la crisis migratoria que se desató en 1994, supimos que Carter deseaba actuar en busca de una solución. Clinton no lo aceptó, y llamó a Salinas de Gortari, Presidente de México. Cuba había sido el último país en reconocer su triunfo electoral. Había hecho contacto con él en su toma de posesión como nuevo Presidente de México.Salinas me comunicó por teléfono la decisión del presidente Clinton de buscar una solución satisfactoria, quien a su vez le rogó que cooperara en esa búsqueda. Así fue como se llegó a un acuerdo en principio. Dicho acuerdo con Clinton incluía la idea de poner fin al bloqueo económico. El único testigo con que contábamos era Salinas. Clinton había "planchado" a Carter en tal proceso. Cuba no podía decidir quién sería el mediador. Salinas narra este episodio con fidelidad. Quien lo desee, puede leerlo en sus textos.Clinton fue realmente amable cuando coincidió casualmente conmigo en una reunión de la ONU colmada de Jefes de Estado. Fue, además, amistoso, a la vez que inteligente, al exigir el cumplimiento de la Ley con relación al niño secuestrado al rescatarlo con fuerzas especiales enviadas desde Washington.Los precandidatos están ahora enfrascados en la aventura de la Florida: Hillary, la heredera de Clinton; Obama, el popular candidato afroamericano y varios de los otros 16 que hasta este momento han propuesto su candidatura en ambos partidos, con excepción de Ronald Ernest Paul, congresista republicano, y Maurice Robert Gravel, ex senador demócrata por Alaska.Ignoro lo que Carter dijo en sus días de candidato. Sea cual fuere su posición, lo cierto es que adiviné que su elección podría evitar al pueblo de Panamá un holocausto, y así se lo dije a Torrijos. Creó en Cuba la Oficina de Intereses y promovió un acuerdo sobre límites jurisdiccionales marítimos. Las circunstancias de su tiempo le impidieron llegar más lejos y se embarcó, a mi juicio, en algunas aventuras imperiales.Hoy se habla de que un ticket al parecer invencible podría crearse con el binomio Hillary presidente y Obama vice. Ambos se sienten en el deber sagrado de exigir "un gobierno democrático en Cuba". No están haciendo política; están jugando a las barajas un domingo por la tarde.Se afirma por los grandes medios que esto sería imprescindible, excepto si Gore se postula. No creo que lo haga, él conoce mejor que nadie la catástrofe que espera a la humanidad si continúa por el actual camino. Cuando fue candidato, por supuesto cometió el error de suspirar por "una Cuba democrática".Basta de cuentos y nostalgias. Esto se escribe sencillamente para incrementar la conciencia del pueblo cubano.Fidel Castro RuzAgosto 27 del 20074:56 p.m.
miércoles, 1 de agosto de 2007
La Llama Eterna
REFLEXIONES DEL COMANDANTE EN JEFE
La llama eterna(1/08/2007) 9:00 a.m.
Esta es una reflexión política. Para decirlo más exactamente: es otra proclama. Hoy se cumple un año exacto de la primera, el 31 de julio del 2006. Pero el año transcurrido vale por 10 en cuanto a la posibilidad de vivir una experiencia única que me aportó información y conocimientos sobre cuestiones vitales para la humanidad, que he transmitido con toda honradez al pueblo de Cuba.Ahora me acosan con preguntas sobre el momento en que volveré a ocupar lo que algunos llaman el poder, como si tal poder fuera posible sin independencia. Hay un poder real y destructivo en el mundo, emanado de un imperio decadente que a todos amenaza. El propio Raúl se ha encargado de responder que cada decisión importante a medida que me iba recuperando era consultada conmigo. ¿Qué haré? Luchar sin descanso como lo hice toda la vida. Al cumplirse un aniversario de la Proclama, comparto con el pueblo la satisfacción de observar que lo prometido se ajusta a la inconmovible realidad: Raúl, el Partido, el Gobierno, la Asamblea Nacional, la Juventud Comunista y las organizaciones de masas y sociales, encabezadas por los trabajadores, marchan adelante guiados por el principio inviolable de la unidad. Con la misma convicción, seguimos batallando sin tregua por liberar de cruel y despiadada prisión a los Cinco Héroes que brindaban información sobre los planes terroristas anticubanos de Estados Unidos.La lucha debe ser implacable, contra nuestras propias deficiencias y contra el enemigo insolente que intenta apoderarse de Cuba.Este punto me obliga a insistir en algo que no puede ser jamás olvidado por los dirigentes de la Revolución: es deber sagrado reforzar sin tregua nuestra capacidad y preparación defensiva, preservando el principio de cobrar a los invasores en cualquier circunstancia un precio impagable.Nadie se haga la menor ilusión de que el imperio, que lleva en sí los genes de su propia destrucción, negociará con Cuba. Por mucho que le digamos al pueblo de Estados Unidos que nuestra lucha no es contra él —algo muy correcto—, este no está en condiciones de frenar el espíritu apocalíptico de su gobierno ni la turbia y maniática idea de lo que llaman "una Cuba democrática", como si aquí cada dirigente se postulara y eligiera a sí mismo, sin pasar por el riguroso tamiz de la abrumadora mayoría de un pueblo educado y culto que lo apoye.En reflexión anterior mencioné nombres históricos: Martí, Maceo, Agramonte, Céspedes. Para el recuerdo permanente de la interminable lista de caídos en combate, o de los que lucharon y se sacrificaron por la Patria, Raúl encendió una llama que arderá eternamente, al cumplirse 50 años de la caída de Frank País, el joven héroe de 22 años cuyo ejemplo nos conmovió a todos. La vida sin ideas de nada vale. No hay felicidad mayor que la de luchar por ellas.
La llama eterna(1/08/2007) 9:00 a.m.
Esta es una reflexión política. Para decirlo más exactamente: es otra proclama. Hoy se cumple un año exacto de la primera, el 31 de julio del 2006. Pero el año transcurrido vale por 10 en cuanto a la posibilidad de vivir una experiencia única que me aportó información y conocimientos sobre cuestiones vitales para la humanidad, que he transmitido con toda honradez al pueblo de Cuba.Ahora me acosan con preguntas sobre el momento en que volveré a ocupar lo que algunos llaman el poder, como si tal poder fuera posible sin independencia. Hay un poder real y destructivo en el mundo, emanado de un imperio decadente que a todos amenaza. El propio Raúl se ha encargado de responder que cada decisión importante a medida que me iba recuperando era consultada conmigo. ¿Qué haré? Luchar sin descanso como lo hice toda la vida. Al cumplirse un aniversario de la Proclama, comparto con el pueblo la satisfacción de observar que lo prometido se ajusta a la inconmovible realidad: Raúl, el Partido, el Gobierno, la Asamblea Nacional, la Juventud Comunista y las organizaciones de masas y sociales, encabezadas por los trabajadores, marchan adelante guiados por el principio inviolable de la unidad. Con la misma convicción, seguimos batallando sin tregua por liberar de cruel y despiadada prisión a los Cinco Héroes que brindaban información sobre los planes terroristas anticubanos de Estados Unidos.La lucha debe ser implacable, contra nuestras propias deficiencias y contra el enemigo insolente que intenta apoderarse de Cuba.Este punto me obliga a insistir en algo que no puede ser jamás olvidado por los dirigentes de la Revolución: es deber sagrado reforzar sin tregua nuestra capacidad y preparación defensiva, preservando el principio de cobrar a los invasores en cualquier circunstancia un precio impagable.Nadie se haga la menor ilusión de que el imperio, que lleva en sí los genes de su propia destrucción, negociará con Cuba. Por mucho que le digamos al pueblo de Estados Unidos que nuestra lucha no es contra él —algo muy correcto—, este no está en condiciones de frenar el espíritu apocalíptico de su gobierno ni la turbia y maniática idea de lo que llaman "una Cuba democrática", como si aquí cada dirigente se postulara y eligiera a sí mismo, sin pasar por el riguroso tamiz de la abrumadora mayoría de un pueblo educado y culto que lo apoye.En reflexión anterior mencioné nombres históricos: Martí, Maceo, Agramonte, Céspedes. Para el recuerdo permanente de la interminable lista de caídos en combate, o de los que lucharon y se sacrificaron por la Patria, Raúl encendió una llama que arderá eternamente, al cumplirse 50 años de la caída de Frank País, el joven héroe de 22 años cuyo ejemplo nos conmovió a todos. La vida sin ideas de nada vale. No hay felicidad mayor que la de luchar por ellas.
jueves, 26 de julio de 2007
¿BRASIL SUSTITUTO DE ESTADOS UNIDOS...?
Tercera reflexión sobre los Panamericanos
¿Brasil sustituto de Estados Unidos?
El Comandante en Jefe Fidel Castro afirma que no hay justificación de asilo político para estos deportistas que abandonaron la delegación cubana en Río de Janeiro, que sólo serán atletas mercenarios en una sociedad de consumo
Reflexiones anteriores sobre los Panamericanos
Correo: digital@jrebelde.cip.cu
24 de julio de 2007 00:35:25 GMT
Hablé hace muy poco del robo de cerebros, algo repugnante.
Poco después apareció un buen atacador del equipo cubano de balonmano vestido con el uniforme de un equipo profesional de São Paulo.
La traición por dinero es una de las armas predilectas de Estados Unidos para destruir la resistencia de Cuba.
El atleta realizaba estudios superiores; sería graduado como Licenciado en Educación Física y Deportes, un trabajo digno. Sus ingresos son modestos, pero su preparación profesional es altamente apreciada; sea cual fuere el deporte y su especialidad, lo mismo si atraen mucho público y publicidad comercial, o no atraen ninguno, son útiles para el desarrollo humano.
Los que solicitaron asilo brasileño lo hacen cuando Estados Unidos declaró hace muy poco que no cumplirá las cifras exactas de los acuerdos migratorios que suscribió con nuestro país. Baste señalar que de casi doscientos atletas y entrenadores que participaron en la primera semana de las competencias de los Panamericanos, faltaron un jugador de balonmano y un entrenador de gimnasia.
No voy a decir por ello que el equipo de balonmano de Cuba era mejor que el excelente equipo de Brasil y sus formidables atletas, pero la delegación cubana recibió un golpe moral bajo en los Juegos Panamericanos con esas solicitudes de asilo político. Pusieron al equipo cubano fuera de combate antes de comenzar la lucha por el oro.
El pasado domingo 22 de julio, en horas del mediodía, se recibió la triste noticia de que dos de los más destacados atletas de boxeo, Guillermo Rigondeaux Ortiz y Erislandy Lara Santoya, no se presentaron al pesaje. Sencillamente los noquearon con un golpe directo al mentón, facturado con billetes norteamericanos. No hizo falta conteo alguno de protección.
Observando los primeros combates en Río exclamé que nuestros boxeadores luchaban con tanta elegancia y dominio técnico que convertían en arte su rudo deporte.
En Alemania existe una mafia que se dedica a seleccionar, comprar y promover boxeadores cubanos en las competencias deportivas internacionales. Usa métodos psicológicos refinados y muchos millones de dólares.
Apenas tres horas después, la victoria de la cubana Mariela González Torres en el Maratón, un clásico del deporte Olímpico que la hizo recorrer más de 40 kilómetros, compensó con creces la traición e inscribió con letras de oro su hazaña en la historia deportiva de su patria.
El pueblo de Cuba debe rendir tributo al ejemplo heroico de Mariela, nacida en la oriental provincia de Granma, cuyas tasas de mortalidad infantil y materna fueron, en el año 2006, 4,4 por cada mil nacidos vivos y 11 por cada 100 mil partos, mejores que las de Estados Unidos. En su municipio, Río Cauto, con 47 mil 918 habitantes, fue cero en ambas.
Después de todo, Cuba dispone de miles de buenos entrenadores o técnicos que suelen trabajar en el exterior con atletas que no pocas veces ganan medallas de oro compitiendo contra los nuestros. Algo más: existe una Escuela Internacional de Profesores de Educación Física y Deportes donde cursan estudios superiores más de 1 300 jóvenes del Tercer Mundo. Hace unos días se graduaron 247. No cultivamos el chovinismo ni el espíritu de superioridad. Nos apoyamos en la ciencia y los conocimientos, sobre esas bases luchamos por crear los valores éticos de una mente sana en un cuerpo sano.
No existe justificación alguna para solicitar asilo político. Si no es Brasil su mercado definitivo, poco les importa. Hay países ricos del primer mundo que pagan mucho más. Las autoridades brasileñas han declarado que los que deserten deberán probar la necesidad real de asilo. Es imposible demostrar lo contrario. De antemano se conoce su destino final como atletas mercenarios en una sociedad de consumo. Pienso que han ofendido a Brasil utilizando los Panamericanos como pretexto para autopromoverse. De todas formas consideramos útiles las declaraciones de sus autoridades.
Deseamos que Brasil, un país hermano de Latinoamérica y del Tercer Mundo, obtenga el honor de ser sede de una Olimpiada.
Fidel Castro Ruz23 de julio del 20076:52 p.m.
¿Brasil sustituto de Estados Unidos?
El Comandante en Jefe Fidel Castro afirma que no hay justificación de asilo político para estos deportistas que abandonaron la delegación cubana en Río de Janeiro, que sólo serán atletas mercenarios en una sociedad de consumo
Reflexiones anteriores sobre los Panamericanos
Correo: digital@jrebelde.cip.cu
24 de julio de 2007 00:35:25 GMT
Hablé hace muy poco del robo de cerebros, algo repugnante.
Poco después apareció un buen atacador del equipo cubano de balonmano vestido con el uniforme de un equipo profesional de São Paulo.
La traición por dinero es una de las armas predilectas de Estados Unidos para destruir la resistencia de Cuba.
El atleta realizaba estudios superiores; sería graduado como Licenciado en Educación Física y Deportes, un trabajo digno. Sus ingresos son modestos, pero su preparación profesional es altamente apreciada; sea cual fuere el deporte y su especialidad, lo mismo si atraen mucho público y publicidad comercial, o no atraen ninguno, son útiles para el desarrollo humano.
Los que solicitaron asilo brasileño lo hacen cuando Estados Unidos declaró hace muy poco que no cumplirá las cifras exactas de los acuerdos migratorios que suscribió con nuestro país. Baste señalar que de casi doscientos atletas y entrenadores que participaron en la primera semana de las competencias de los Panamericanos, faltaron un jugador de balonmano y un entrenador de gimnasia.
No voy a decir por ello que el equipo de balonmano de Cuba era mejor que el excelente equipo de Brasil y sus formidables atletas, pero la delegación cubana recibió un golpe moral bajo en los Juegos Panamericanos con esas solicitudes de asilo político. Pusieron al equipo cubano fuera de combate antes de comenzar la lucha por el oro.
El pasado domingo 22 de julio, en horas del mediodía, se recibió la triste noticia de que dos de los más destacados atletas de boxeo, Guillermo Rigondeaux Ortiz y Erislandy Lara Santoya, no se presentaron al pesaje. Sencillamente los noquearon con un golpe directo al mentón, facturado con billetes norteamericanos. No hizo falta conteo alguno de protección.
Observando los primeros combates en Río exclamé que nuestros boxeadores luchaban con tanta elegancia y dominio técnico que convertían en arte su rudo deporte.
En Alemania existe una mafia que se dedica a seleccionar, comprar y promover boxeadores cubanos en las competencias deportivas internacionales. Usa métodos psicológicos refinados y muchos millones de dólares.
Apenas tres horas después, la victoria de la cubana Mariela González Torres en el Maratón, un clásico del deporte Olímpico que la hizo recorrer más de 40 kilómetros, compensó con creces la traición e inscribió con letras de oro su hazaña en la historia deportiva de su patria.
El pueblo de Cuba debe rendir tributo al ejemplo heroico de Mariela, nacida en la oriental provincia de Granma, cuyas tasas de mortalidad infantil y materna fueron, en el año 2006, 4,4 por cada mil nacidos vivos y 11 por cada 100 mil partos, mejores que las de Estados Unidos. En su municipio, Río Cauto, con 47 mil 918 habitantes, fue cero en ambas.
Después de todo, Cuba dispone de miles de buenos entrenadores o técnicos que suelen trabajar en el exterior con atletas que no pocas veces ganan medallas de oro compitiendo contra los nuestros. Algo más: existe una Escuela Internacional de Profesores de Educación Física y Deportes donde cursan estudios superiores más de 1 300 jóvenes del Tercer Mundo. Hace unos días se graduaron 247. No cultivamos el chovinismo ni el espíritu de superioridad. Nos apoyamos en la ciencia y los conocimientos, sobre esas bases luchamos por crear los valores éticos de una mente sana en un cuerpo sano.
No existe justificación alguna para solicitar asilo político. Si no es Brasil su mercado definitivo, poco les importa. Hay países ricos del primer mundo que pagan mucho más. Las autoridades brasileñas han declarado que los que deserten deberán probar la necesidad real de asilo. Es imposible demostrar lo contrario. De antemano se conoce su destino final como atletas mercenarios en una sociedad de consumo. Pienso que han ofendido a Brasil utilizando los Panamericanos como pretexto para autopromoverse. De todas formas consideramos útiles las declaraciones de sus autoridades.
Deseamos que Brasil, un país hermano de Latinoamérica y del Tercer Mundo, obtenga el honor de ser sede de una Olimpiada.
Fidel Castro Ruz23 de julio del 20076:52 p.m.
miércoles, 11 de julio de 2007
AUTOCRITICA DE CUBA
REFLEXIONES DEL COMANDANTE EN JEFE
Autocrítica de Cuba
La Dirección Nacional de la UJC acordó informar la siguiente medida cuando concluía su aplicación: "El pasado sábado 7 de julio, el Buró Nacional de la Juventud Comunista decidió ajustar el plan de fuerzas a movilizar por las Brigadas Estudiantiles de Trabajo, bajo el principio de emplear a los estudiantes en tareas de orden social y recreativo, en número ajustado al mínimo necesario y en sus municipios de residencia, para evitar la transportación.
"Tal decisión fue discutida el propio día con el Estado Mayor Nacional de las BET, conformado por las organizaciones estudiantiles y los organismos de la Administración Central del Estado, y también con las direcciones de la Juventud Comunista en todas las provincias.
"Se hizo énfasis en la idea de un uso más racional de la fuerza a movilizar, el ahorro de recursos materiales, fundamentalmente combustible, y el propósito de que los estudiantes utilicen el tiempo en afianzar conocimientos, incorporar hábitos de lectura y debatir sobre temas de suma importancia.
"Como resultado de las decisiones adoptadas, se moverán solo 200 000 estudiantes en julio y agosto, de los 600 000 planificados inicialmente. No se efectuarán movilizaciones hacia campamentos agrícolas o escuelas en el campo cuya ubicación implica el uso de transporte y otros aseguramientos logísticos.
"La convocatoria se hará este año por solo 7 días en labores relacionadas con tareas de la Revolución Energética, junto a los trabajadores sociales, tales como capacitación de la comunidad para una mejor cultura del ahorro, entrega de equipos electrodomésticos pendientes de distribuir y visitas a un número de núcleos familiares que, habiéndolos recibido y asumido las obligaciones pertinentes, no han cumplimentado el pago.
"También estarán presentes en la lucha antivectorial, a fin de que no se introduzca de nuevo el dengue, y en la atención primaria y secundaria de salud, apoyando a policlínicos y hospitales.
"La promoción de actividades culturales, recreativas y deportivas en las comunidades será otra de las tareas que acometerán los participantes en las Brigadas Estudiantiles de Trabajo.
"La UJC promoverá entre los movilizados y el resto de los jóvenes el estudio y el debate."
No puedo menos que felicitar a la Dirección Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas, y también a los responsables de los departamentos de Organización e Ideológico del Partido que fueron consultados por la misma y apoyaron sin vacilar esta medida.
El trabajo físico no genera por sí mismo una conciencia. Cada trabajador es diferente. Su temperamento, su organismo, sus nervios, el tipo de trabajo que realiza, el rigor de este, las condiciones en que invierte su fuerza —bajo el sol ardiente o en área climatizada—, si es a destajo o remunerado por un sueldo, si tiene hábitos de disciplina o no, si dispone de todas sus facultades mentales o padece de alguna discapacidad, escuelas en que estudió, maestros que tuvo, si es profesional o no la actividad a realizar, si el trabajador es de origen campesino o urbano. Algo muy importante: si maneja o distribuye bienes o servicios de cualquier tipo, quiénes son sus jefes, qué imagen proyectan, cómo hablan, cómo miran. Podría llenar páginas hablando de las diferencias individuales de cada trabajador. Por ello, lo que más requiere el ciudadano de nuestro país son los conocimientos, si se desea crear una conciencia.
El precepto martiano sobre la importancia de vincular el estudio y el trabajo en la formación del hombre, nos llevó en el pasado a promover la participación de los estudiantes universitarios e incluso alumnos de nivel medio superior en el trabajo físico. Ello fue, en primer lugar, una necesidad insoslayable. Había que sustituir el vacío que dejaban entonces los que masivamente abandonaban el campo de caña tan pronto aparecían otras oportunidades de empleo. El nivel promedio de conocimientos era muy bajo, aun después de la alfabetización, del auge masivo de la enseñanza primaria y más tarde de la secundaria básica. Nuestros jóvenes lo comprendieron y aportaron su esfuerzo con disciplina y entusiasmo.
Hoy se ha masificado la educación superior, que comenzó con los médicos y educadores, continuó con los trabajadores sociales, los de las ciencias informáticas, los instructores de arte, la universalización de los estudios universitarios para gran número de carreras. Hay que hacer trabajar las células del cerebro si se desea formar conciencia, tan necesaria en la complejidad del mundo actual.
El propósito de estudiar una o dos semanas, que este año será solo 7 días, con materiales adecuados que se les suministren, generará la satisfacción del tiempo bien empleado y la conciencia que con urgencia necesita nuestra sociedad.
Durante todo el año debemos mantenernos informados sobre las cuestiones esenciales y los detalles de lo que ocurre en Cuba y en el mundo.
En materia económica concreta, pienso que en cada país casi todos los ciudadanos ignoramos todo. Es ineludible conocer por qué sube el precio del petróleo, que el pasado lunes alcanzó cotizaciones de 77 dólares por barril; por qué suben los precios de los alimentos, como el trigo y otros, que por cuestiones de clima deben ser importados; si la causa de su elevación es permanente o coyuntural.
No todos los trabajadores tienen estímulos en pesos convertibles, una práctica que se generalizó en gran número de empresas durante el periodo especial, sin cumplir en no pocas ocasiones los requisitos mínimos comprometidos. No todos los ciudadanos reciben del exterior divisas convertibles, algo que no es ilegal, pero que a veces crea desigualdades y privilegios irritantes en un país que se esmera por los servicios vitales y gratuitos que ofrece a toda su población. No menciono las jugosas ganancias que hacían los que las transportaban clandestinamente, ni la forma en que nos tomaban el pelo transfiriendo los billetes norteamericanos a otras monedas para evitar las medidas de respuesta contra el dólar.
La falta real y visible de igualdad y la carencia de información pertinente da lugar a opiniones críticas, sobre todo en los sectores más necesitados.
Es indudable que en Cuba, los que de una u otra forma reciben pesos convertibles —aunque en estos casos son limitadas las sumas— o los ciudadanos que reciben divisas del exterior, adquieren a la vez servicios sociales esenciales gratuitos, alimentos, medicinas y otros bienes a precios ínfimos y subsidiados. Estamos sin embargo cumpliendo estrictamente nuestras obligaciones financieras precisamente porque no somos una sociedad de consumo. Se necesitan administradores serios, valientes y conscientes.
Los que gastan gasolina a diestra y siniestra con nuestro actual parque de vehículos de todo tipo; los que olvidan que los precios de los alimentos suben sostenidamente y que las materias primas para la agricultura y la industria, muchas de cuyas producciones se distribuyen a todos con precios subsidiados, deben adquirirse a precios de mercado; los que olvidan que el país tiene el deber sagrado de luchar hasta la última gota de sangre y debe gastar en materias primas y medios defensivos frente a un enemigo que monta guardia permanente, pueden comprometer la independencia y la vida de Cuba. ¡Con eso no se juega!
Los pelos se me pusieron de punta cuando hace pocos días un distinguido burócrata exclamó por televisión que ahora que el periodo especial se acabó enviaremos cada año más y más delegaciones para tal y más cual actividad.
¿De dónde habrá salido ese bárbaro?, me dije. Tal vez sea una donación que nos envía Sancho Panza desde su ínsula de Barataria.
En Cuba se alivió el periodo especial; pero el mundo ha caído en periodo muy especial, que está por ver cómo sale de él. Despilfarramos miles de millones de dólares en combustible. No solo como gastadores de oficio, que es una tendencia natural, sino también por la necesidad de cambiar decenas de miles de antiguos motores soviéticos, de una época en que les sobraba la gasolina, por motores chinos muy ahorrativos con razonables facilidades de pago. Este programa se ha retrasado.
En la economía mundial los metales, igual que el petróleo, suben por encima de sus parámetros históricos, pero tienen caídas bruscas.
Nada puede sin embargo remediar en breve tiempo la necesidad de combustible para el transporte personal y público y los equipos agrícolas o de construcción. Todo está mecanizado en los países desarrollados. Cuentan los viajeros que ven levantarse una tras otra edificaciones de todo tipo, que no se detienen de día o de noche. Las ciudades se agigantan. Cada vez son más los millones de personas que necesitan agua potable, vegetales, frutas y alimentos proteicos, que otros deben producir y suministrar después de recorrer a veces grandes distancias. Necesitan además carreteras de tres o cuatro vías en cada dirección, puentes, obras ingenieras costosas. El menor incidente, el simple contacto lateral entre dos vehículos, lo paraliza todo. Cada día es mayor el gasto público y menor la ayuda al desarrollo.
Lo peor es que por cada mil personas hay más de 500 automóviles individuales. En Estados Unidos casi mil. Viven o trabajan en lugares distantes. Cada uno con su garaje. Cada centro de trabajo con su parqueo. No alcanzan las refinerías. Muchas necesitan ampliarse y además deben construirse nuevas plantas. La materia prima de la refinería es el petróleo; mientras más pesado más se requiere y hace rato no aparecen grandes yacimientos del ligero. Una huelga en Nigeria, la guerra de Iraq, las amenazas a Irán, los viejos conflictos políticos en Europa, un maremoto, un ciclón, disparan los precios. Los viejos y nuevos grandes consumidores demandan cada vez más millones de barriles diarios. Crecen por supuesto simultáneamente los planes de construir nuevas plantas nucleares. No discuto ahora los efectos o peligros ambientales o climáticos, sino las incertidumbres que desatan en la economía real.
Después de gastar una montaña de oro destruyendo a Vietnam, Nixon sustituyó el oro por billetes de papel, sin que apenas alguien se percatara de las consecuencias. Era tal el desarrollo tecnológico de Estados Unidos, su capacidad de producir mercancías industriales y agrícolas, y en especial su enorme poderío militar, que la sustitución del oro por billetes de papel no constituyó una tragedia. Se produjo una inflación de más del 10 por ciento, que fue controlada. Vino después el rearme de Estados Unidos sufragado con papeles, al final de la guerra fría, y la victoria de la sociedad consumista, que deslumbraba a las naciones con su orgía de bienestar aparente. Con papeles el imperio adquirió gran parte de las riquezas del mundo, donde impone sus leyes, menospreciando la soberanía de las naciones.
El dólar fue perdiendo progresivamente su valor hasta llegar a menos del 6 por ciento en la década del 70. Los expertos están desconcertados respecto a los fenómenos nuevos. Ninguno está seguro de lo que va a ocurrir.
¿Existen o no razones para profundizar en estos temas?
Fidel Castro Ruz
10 de julio del 2007
6:10 p.m.
Autocrítica de Cuba
La Dirección Nacional de la UJC acordó informar la siguiente medida cuando concluía su aplicación: "El pasado sábado 7 de julio, el Buró Nacional de la Juventud Comunista decidió ajustar el plan de fuerzas a movilizar por las Brigadas Estudiantiles de Trabajo, bajo el principio de emplear a los estudiantes en tareas de orden social y recreativo, en número ajustado al mínimo necesario y en sus municipios de residencia, para evitar la transportación.
"Tal decisión fue discutida el propio día con el Estado Mayor Nacional de las BET, conformado por las organizaciones estudiantiles y los organismos de la Administración Central del Estado, y también con las direcciones de la Juventud Comunista en todas las provincias.
"Se hizo énfasis en la idea de un uso más racional de la fuerza a movilizar, el ahorro de recursos materiales, fundamentalmente combustible, y el propósito de que los estudiantes utilicen el tiempo en afianzar conocimientos, incorporar hábitos de lectura y debatir sobre temas de suma importancia.
"Como resultado de las decisiones adoptadas, se moverán solo 200 000 estudiantes en julio y agosto, de los 600 000 planificados inicialmente. No se efectuarán movilizaciones hacia campamentos agrícolas o escuelas en el campo cuya ubicación implica el uso de transporte y otros aseguramientos logísticos.
"La convocatoria se hará este año por solo 7 días en labores relacionadas con tareas de la Revolución Energética, junto a los trabajadores sociales, tales como capacitación de la comunidad para una mejor cultura del ahorro, entrega de equipos electrodomésticos pendientes de distribuir y visitas a un número de núcleos familiares que, habiéndolos recibido y asumido las obligaciones pertinentes, no han cumplimentado el pago.
"También estarán presentes en la lucha antivectorial, a fin de que no se introduzca de nuevo el dengue, y en la atención primaria y secundaria de salud, apoyando a policlínicos y hospitales.
"La promoción de actividades culturales, recreativas y deportivas en las comunidades será otra de las tareas que acometerán los participantes en las Brigadas Estudiantiles de Trabajo.
"La UJC promoverá entre los movilizados y el resto de los jóvenes el estudio y el debate."
No puedo menos que felicitar a la Dirección Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas, y también a los responsables de los departamentos de Organización e Ideológico del Partido que fueron consultados por la misma y apoyaron sin vacilar esta medida.
El trabajo físico no genera por sí mismo una conciencia. Cada trabajador es diferente. Su temperamento, su organismo, sus nervios, el tipo de trabajo que realiza, el rigor de este, las condiciones en que invierte su fuerza —bajo el sol ardiente o en área climatizada—, si es a destajo o remunerado por un sueldo, si tiene hábitos de disciplina o no, si dispone de todas sus facultades mentales o padece de alguna discapacidad, escuelas en que estudió, maestros que tuvo, si es profesional o no la actividad a realizar, si el trabajador es de origen campesino o urbano. Algo muy importante: si maneja o distribuye bienes o servicios de cualquier tipo, quiénes son sus jefes, qué imagen proyectan, cómo hablan, cómo miran. Podría llenar páginas hablando de las diferencias individuales de cada trabajador. Por ello, lo que más requiere el ciudadano de nuestro país son los conocimientos, si se desea crear una conciencia.
El precepto martiano sobre la importancia de vincular el estudio y el trabajo en la formación del hombre, nos llevó en el pasado a promover la participación de los estudiantes universitarios e incluso alumnos de nivel medio superior en el trabajo físico. Ello fue, en primer lugar, una necesidad insoslayable. Había que sustituir el vacío que dejaban entonces los que masivamente abandonaban el campo de caña tan pronto aparecían otras oportunidades de empleo. El nivel promedio de conocimientos era muy bajo, aun después de la alfabetización, del auge masivo de la enseñanza primaria y más tarde de la secundaria básica. Nuestros jóvenes lo comprendieron y aportaron su esfuerzo con disciplina y entusiasmo.
Hoy se ha masificado la educación superior, que comenzó con los médicos y educadores, continuó con los trabajadores sociales, los de las ciencias informáticas, los instructores de arte, la universalización de los estudios universitarios para gran número de carreras. Hay que hacer trabajar las células del cerebro si se desea formar conciencia, tan necesaria en la complejidad del mundo actual.
El propósito de estudiar una o dos semanas, que este año será solo 7 días, con materiales adecuados que se les suministren, generará la satisfacción del tiempo bien empleado y la conciencia que con urgencia necesita nuestra sociedad.
Durante todo el año debemos mantenernos informados sobre las cuestiones esenciales y los detalles de lo que ocurre en Cuba y en el mundo.
En materia económica concreta, pienso que en cada país casi todos los ciudadanos ignoramos todo. Es ineludible conocer por qué sube el precio del petróleo, que el pasado lunes alcanzó cotizaciones de 77 dólares por barril; por qué suben los precios de los alimentos, como el trigo y otros, que por cuestiones de clima deben ser importados; si la causa de su elevación es permanente o coyuntural.
No todos los trabajadores tienen estímulos en pesos convertibles, una práctica que se generalizó en gran número de empresas durante el periodo especial, sin cumplir en no pocas ocasiones los requisitos mínimos comprometidos. No todos los ciudadanos reciben del exterior divisas convertibles, algo que no es ilegal, pero que a veces crea desigualdades y privilegios irritantes en un país que se esmera por los servicios vitales y gratuitos que ofrece a toda su población. No menciono las jugosas ganancias que hacían los que las transportaban clandestinamente, ni la forma en que nos tomaban el pelo transfiriendo los billetes norteamericanos a otras monedas para evitar las medidas de respuesta contra el dólar.
La falta real y visible de igualdad y la carencia de información pertinente da lugar a opiniones críticas, sobre todo en los sectores más necesitados.
Es indudable que en Cuba, los que de una u otra forma reciben pesos convertibles —aunque en estos casos son limitadas las sumas— o los ciudadanos que reciben divisas del exterior, adquieren a la vez servicios sociales esenciales gratuitos, alimentos, medicinas y otros bienes a precios ínfimos y subsidiados. Estamos sin embargo cumpliendo estrictamente nuestras obligaciones financieras precisamente porque no somos una sociedad de consumo. Se necesitan administradores serios, valientes y conscientes.
Los que gastan gasolina a diestra y siniestra con nuestro actual parque de vehículos de todo tipo; los que olvidan que los precios de los alimentos suben sostenidamente y que las materias primas para la agricultura y la industria, muchas de cuyas producciones se distribuyen a todos con precios subsidiados, deben adquirirse a precios de mercado; los que olvidan que el país tiene el deber sagrado de luchar hasta la última gota de sangre y debe gastar en materias primas y medios defensivos frente a un enemigo que monta guardia permanente, pueden comprometer la independencia y la vida de Cuba. ¡Con eso no se juega!
Los pelos se me pusieron de punta cuando hace pocos días un distinguido burócrata exclamó por televisión que ahora que el periodo especial se acabó enviaremos cada año más y más delegaciones para tal y más cual actividad.
¿De dónde habrá salido ese bárbaro?, me dije. Tal vez sea una donación que nos envía Sancho Panza desde su ínsula de Barataria.
En Cuba se alivió el periodo especial; pero el mundo ha caído en periodo muy especial, que está por ver cómo sale de él. Despilfarramos miles de millones de dólares en combustible. No solo como gastadores de oficio, que es una tendencia natural, sino también por la necesidad de cambiar decenas de miles de antiguos motores soviéticos, de una época en que les sobraba la gasolina, por motores chinos muy ahorrativos con razonables facilidades de pago. Este programa se ha retrasado.
En la economía mundial los metales, igual que el petróleo, suben por encima de sus parámetros históricos, pero tienen caídas bruscas.
Nada puede sin embargo remediar en breve tiempo la necesidad de combustible para el transporte personal y público y los equipos agrícolas o de construcción. Todo está mecanizado en los países desarrollados. Cuentan los viajeros que ven levantarse una tras otra edificaciones de todo tipo, que no se detienen de día o de noche. Las ciudades se agigantan. Cada vez son más los millones de personas que necesitan agua potable, vegetales, frutas y alimentos proteicos, que otros deben producir y suministrar después de recorrer a veces grandes distancias. Necesitan además carreteras de tres o cuatro vías en cada dirección, puentes, obras ingenieras costosas. El menor incidente, el simple contacto lateral entre dos vehículos, lo paraliza todo. Cada día es mayor el gasto público y menor la ayuda al desarrollo.
Lo peor es que por cada mil personas hay más de 500 automóviles individuales. En Estados Unidos casi mil. Viven o trabajan en lugares distantes. Cada uno con su garaje. Cada centro de trabajo con su parqueo. No alcanzan las refinerías. Muchas necesitan ampliarse y además deben construirse nuevas plantas. La materia prima de la refinería es el petróleo; mientras más pesado más se requiere y hace rato no aparecen grandes yacimientos del ligero. Una huelga en Nigeria, la guerra de Iraq, las amenazas a Irán, los viejos conflictos políticos en Europa, un maremoto, un ciclón, disparan los precios. Los viejos y nuevos grandes consumidores demandan cada vez más millones de barriles diarios. Crecen por supuesto simultáneamente los planes de construir nuevas plantas nucleares. No discuto ahora los efectos o peligros ambientales o climáticos, sino las incertidumbres que desatan en la economía real.
Después de gastar una montaña de oro destruyendo a Vietnam, Nixon sustituyó el oro por billetes de papel, sin que apenas alguien se percatara de las consecuencias. Era tal el desarrollo tecnológico de Estados Unidos, su capacidad de producir mercancías industriales y agrícolas, y en especial su enorme poderío militar, que la sustitución del oro por billetes de papel no constituyó una tragedia. Se produjo una inflación de más del 10 por ciento, que fue controlada. Vino después el rearme de Estados Unidos sufragado con papeles, al final de la guerra fría, y la victoria de la sociedad consumista, que deslumbraba a las naciones con su orgía de bienestar aparente. Con papeles el imperio adquirió gran parte de las riquezas del mundo, donde impone sus leyes, menospreciando la soberanía de las naciones.
El dólar fue perdiendo progresivamente su valor hasta llegar a menos del 6 por ciento en la década del 70. Los expertos están desconcertados respecto a los fenómenos nuevos. Ninguno está seguro de lo que va a ocurrir.
¿Existen o no razones para profundizar en estos temas?
Fidel Castro Ruz
10 de julio del 2007
6:10 p.m.
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